El belén o nacimiento no es de cristianos, sino paganos e idólatras. Esto no es una opinión, a menos que consideres las Santas Escrituras una opinión. Dios prohibe cualquier uso de imágenes. No importa que sea un pastor o misionero que lo ponga en su casa, ni el tamaño, pues los ídolos pequeños todavía son ídolos. ¡Qué vergüenza si lo es, porque deberían poner ejemplo de santidad y obediencia a Dios, no de mundanalidad! No podemos dar un uso cristiano a algo pagano.
Algunos lo disculpan diciendo que simplemente les recuerda el Señor, pero esa excusa no vale. El Señor nos dijo claramente qué debemos hacer en memoria de Él. "Haced esto en memoria de mí", dijo cuando instituyó la Cena del Señor.
"Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén" (1 Jn. 5:21).
Terafines
Es la trasliteración de una palabra hebrea, que aunque difícil de traducir, sin embargo por su uso en la Biblia la idea es clara. Eran ídolos, mayormente pequeños, que desempeñaban el papel de dioses
tutelares. El padre de familia, que tenía la función de sacerdote,
mantenía altares en su casa o tienda donde exhibía sus terafines. Así, cuando
leemos que "Raquel robó los ídolos de su padre", la palabra "ídolos" es
"terafines" en hebreo, los cuales, sugiere la narración, eran de tamaño
pequeño, fácilmente portables.
Los babilonios tenían terafines (Ez 21:26). Como ya mencionamos, Raquel se llevó los de Labán (Gn 31:19, 34) sin saberlo Jacob (Gn 31:32). Después de la matanza de Siquem, el patriarca hizo eliminar todos los dioses extraños que tenían los miembros de su clan, y los enterró (Gn 35:2-4). En la época de los Jueces, un hombre llamado Micaía poseía un santuario privado con sacerdote, efod, terafín (Jue 17:5) y también ídolos de metal (Jue 17:4; 18:14). Unos hombres de la tribu de Dan los tomaron para su propio uso (Jue 17:20). Samuel asimiló el culto a los terafines con la hechicería (1 S 15:23).
Si tienes terafines, aun en forma de un belén o nacimiento, estás en violación de la Palabra de Dios. Debes confesar tu pecado, arrepentirte y manifestar frutos de arrepentimiento.
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