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martes, 13 de noviembre de 2018

El Creador y la Creación


escribe Dave Hunt

Esta piedra angular de verdad de la Escritura fue indicada por Agustín: "para confesar que Dios existe, y al mismo tiempo negar que tiene conocimiento de las cosas futuras, es la locura más manifiesta... Pero el [que] confiesa al altísimo y verdadero Dios, confiesa su voluntad, su poder supremo y pre conocimiento. "[1] Sin embargo no hay nadie que manifestara el pre conocimiento de Dios más plenamente que el tan difamado Armenio:

    [Dios] sabe todas las cosas posibles, ya sea en la capacidad de Dios o de la criatura... imaginación o enunciación... todas las cosas que podrían tener una existencia... los que son necesarios y contingentes, bueno y malo, universal y particular, futuro, presente y pasado, excelente y vil; Sabe cosas sustanciales y accidentales de todo tipo; las acciones y las pasiones, los modos y circunstancias externas… palabras y acciones, pensamientos internos, deliberaciones, consejos, determinaciones y las entidades de la razón, ya sea complejos o simples.[2]

     Lamentablemente el calvinismo, tiene una visión muy diferente del conocimiento previo, que en realidad denigra la omnisciencia de Dios: "Si Dios no pre-ordena todas las cosas, entonces no podría saber el futuro".[3]  Sin apoyo de las Escrituras, Calvino declaró que Dios "prevé las cosas que deben suceder, simplemente porque él ha decretado que así van a suceder..."[4]  Yendo aún más lejos, otro autor dice: "La idea de que Dios conoce el futuro sin haberlo planeado y sin controlarlo es totalmente ajeno a las Escrituras".[5]  De hecho, lo contrario es cierto. La Biblia no dice nada o incluso implica que Dios conoce todo previamente, sólo porque Él lo ha pre-ordenado y causado.
     ¿Cómo, entonces, puede Dios estar seguro que lo que el pre-conoce va a pasar y que algo no intervendrá para cambiar el futuro? Simplemente porque Él es omnisciente, y por lo tanto, el futuro es tan claro para Él como el pasado. Si Dios tuvo que planificar y causar que algo sucediera o incluso controlar su ocurrencia para saber que tomaría lugar, Él se limitaría en su presciencia y por lo tanto, no es el Dios infinito, omnisciente que es. Si el punto de vista calvinista es correcto, entonces sería pre-ordenado cada detalle de cada delito y enfermedad y de la destrucción de propiedad y el sufrimiento humano, y la pérdida de vidas y extremidades que suceden por desastres naturales, causados por Dios; de lo contrario, el seria ignorante del futuro.
     Se nos dice que "que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día" (2 Pedro 3:8). Y "Porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que paso, Y como una de las vigilias de anoche" (Salmo 90:4). Algunos han intentado encontrar un significado oculto en estas declaraciones, pero no hay ninguna.
     Las frases "para el Señor" y "de tus ojos" son la clave para entender esta declaración algo simple y sencilla. Tiempo es parte del universo físico, que Dios creó de la nada. Por lo tanto Dios mismo está fuera del tiempo. Esa es la verdad en estas dos Escrituras.
     Como un científico explicó recientemente: "la existencia real de pasado, presente y futuro es requerida por la teoría de Einstein de la relatividad. Todo espacio y tiempo forman un continuo cuatri-dimensional que simplemente existe; la teoría no permite que el tiempo sea tratado como una dimensión en la que el futuro está abierto o incompleto". Además explicó:

Desde un punto de vista cristiano, es razonable concluir que el tiempo y la extensión espacial de nuestro universo fueron creados juntos y así toda la estructura cuatridimensional reside antes [a la vista de] su creador en un eterno presente. Por lo tanto nuestra comprensión científica moderna de la naturaleza del tiempo se ajusta bastante bien con la tradición cristiana de que Dios tiene conocimiento de todos los tiempos, pasados, presentes y futuros: "Antes de que Abraham fuese, yo soy."[6]

Tenga en cuenta que Dios no dice: "Era" o "Seré". Él dice, "Yo soy". Él es el auto-existente siempre presente en todos los eventos, ya sea pasados, presentes o futuros desde nuestro punto de vista.

La protección continua de Dios

     Dios conoce el futuro sin que su conocimiento previo tenga influencia, porque lo ve como uno que observa desde afuera. Dios es totalmente independiente y distinto del espacio, tiempo y materia. Por lo tanto, tal como ve el universo desde afuera, así ve el pasado, presente y futuro desde afuera, conociéndolo todo a la misma vez.
     Somos finitos y Dios es infinito; por lo tanto, no es posible que entendamos cómo Él sabe el futuro. Sin embargo nos ha dado la suficiente inteligencia, para entender lo que debemos saber. Como dice David, hablando en nombre de toda la humanidad, "tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender" (Salmo 139:6).
     Las Escrituras, resultan igualmente evidentes que Dios no es un observador totalmente pasivo, desinteresado en los eventos humanos que toman su propio curso. El tiene ojo vigilante y juega un papel activo  y cumple sus propósitos eternos para toda la creación. Como declara el salmista: "Decid a Dios: ¡Cuan asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos... Venid y ved las obras de Dios, temible en hechos sobre los hijos de los hombres... El señorea con su poder para siempre..." (Salmo 66:3, 5, 7).
     Dios ejerce su influencia sobre los hombres y eventos (exactamente como Él conoce de antemano que haría desde la eternidad pasada) con el fin de crear el futuro para nosotros Él desea y también ha querido. A la luz de las voluntariosas intenciones y acciones del hombre, cualquier influencia o acción que Dios conoce de antemano sería necesario para implementar sus planes, y esto obviamente también es parte del pre conocimiento de Dios — eliminando cualquier necesidad de algún ajuste de emergencia.
     A veces todo cristiano tiene una conciencia de la intervención maravillosa y misericordiosa de Dios en sus vidas. Se siente como un "Justo a tiempo" (desde nuestra perspectiva la manera en que Dios tan a menudo funciona) la intervención puede parecer como un pensamiento de último minuto y también la acción por su parte, pero claramente no es el caso. Sin duda, su buena mano está siempre con su pueblo, pero en formas más allá de la comprensión humana. Otra vez, como dijo David:
“Detrás y delante me rodeaste, y sobre mi pusiste tu mano… ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a donde huiré de tu presencia?...En los cielos…el seol…el extremo del mar, Aun allí me guiara tu mano y me asirá tu diestra….
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grane es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aun estoy contigo.” Salmos 139:5-18

del libro ¿Qué Amor Es Éste?, por Dave Hunt

miércoles, 10 de mayo de 2017

Parte II -- El Significado Bíblico del Término "Elección"


Grupo 6
Versículos Relacionados Con Los Creyentes


Mt. 24:22 “...Por causa de los escogidos...” (eklektos).

Mt. 24:24 “...Engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (eklektos).

Mt. 24:31 “...Y juntarán a sus escogidos (eklektos), de los cuatro vientos...”.

Mr. 13:20 “...Por causa de los escogidos...” (eklektos).

Mr. 13:22 “...Para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos” (eklektos).

Mr. 13:27 “...Y juntará a sus escogidos (eklektos) de los cuatro vientos...”

Lc. 18:7 “Hará justicia a sus escogidos” (eklektos).

Ro. 8:33 “¿Quién acusará a los escogidos (eklektos) de Dios?”

Col. 3:12 “Como escogidos (eklektos) de Dios...”

2 Ti. 2:10 “Por amor de los escogidos...” (eklektos).

Tit. 1:1     “Conforme a la fe de los escogidos (eklektos) de Dios...”

Ap. 17:14 “Son llamados y elegidos (eklektos) y fieles”.

Este grupo de versículos muestra que la palabra “elegidos” a menudo se usa como un término para los creyentes. Éstos no nos dan ninguna evidencia de los fundamentos de la elección de Dios.
Grupo 7
Versículos Relacionados Con Los Apóstoles

Lc. 6:13 “Y escogió (eklego) a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles...”

Jn. 6:70 “¿No os he escogido (eklego) yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?”

Jn. 13:18 “Yo sé a quienes he elegido...” (eklego).

Hch. 1:2 “A los apóstoles que había escogido...” (eklego).

Hch. 1:24 “Cuál de estos dos has escogido” (eklego).

Hch. 9:15 “Porque instrumento escogido (ekloge) me es éste...”

Hch. 15:7 “Dios escogió (eklego) que los gentiles oyesen por mi boca...”
     Este grupo de versículos muestra que Dios escogió a los doce apóstoles. Claramente, Su elección en este caso fue para un oficio y no para salvación. Tampoco estos dan evidencia de los fundamentos de la elección de Dios.
Grupo 8
Otras Referencias

1 Ti. 5:21 “...Del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos (eklektos)...”

2 Jn. 1:1 “...A la señora elegida (eklektos) y a sus hijos”.

2 Jn. 1:13 “...Los hijos de tu hermana, la elegida (eklektos), te saludan”.
Estos tres versículos usan el término simplemente como un adjetivo. Puede que el uso implique alguna cualidad acerca del objeto elegido. Por ejemplo, los “ángeles escogidos” podrían ser un grupo especial de ángeles en comunión íntima con Dios. 

   
Grupo 9
Versículos Relacionados Con La Salvación

Ef. 1:4    “...Según nos escogió (eklego) en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él...”
1 P. 1:2 “...Elegidos (eklektos)  

2 P. 1:10 “...Procurad hacer firme vuestra vocación y elección” (ekloge).

     Llegamos ahora a los últimos versículos que usan la palabra “elección”. Podemos afirmar que estos versículos se relacionan claramente con algún aspecto de la salvación.
    De nuestro examen de las Escrituras, llegamos a la conclusión que el uso de la palabra “elección” significa que hay algo en el objeto elegido que causó la elección. La elección no fue basada en una selección arbitraria. Esto se nos enseña claramente en los abundantes versículos de los grupos 1, 2, 3 y 4 y el uso en el Antiguo Testamento. Aunque los grupos 5, 6, 7 y 8 iluminan en otras formas (p.ej. es un término que se refiere a los creyentes), estos versículos son neutrales en cuanto a los fundamentos de la elección. Por lo tanto, al interpretar estos tres versículos, debemos tener estas conclusiones en mente para saber el significado de la palabra.
     Examinando Efesios 1:4 encontramos que este versículo declara tres cosas:

1) Quién escogió: Dios escogió
2) Cuándo escogió Dios: antes de la fundación del mundo
3) El propósito de Su elección: que seamos santos y sin mancha

     En ningún momento declara este versículo que Dios escoja arbitrariamente (soberanamente). Esto es, Efesios 1:4 no declara que el fundamento de Su elección fuera totalmente sin relación al individuo escogido.
     Al estudiar 1 Pedro 1:2, debemos tener en mente cómo Pedro ya ha usado esta palabra en la epístola. Recuerda que en el grupo 2 hay tres referencias de 1 Pedro capítulo 2 (versículos 4, 6, y 9) que usan la palabra “eklektos”. Como dejaba ver nuestra discusión, cada versículo revela claramente que Pedro usa la palabra de una manera consistente para indicar que no se ve ninguna elección arbitraria. Más bien, siempre hay algo en el objeto que causa la elección. Por tanto, al llegar a 1 Pedro 1:2, no podemos cambiar los significados sin ninguna justificación sustancial. Además, este versículo declara la base de la elección de Dios. Dice que somos elegidos: “según la presciencia de Dios”. Más adelante trataremos este concepto.
     Finalmente, 2 Pedro indica sin duda que la elección de Dios no es independiente de la responsabilidad humana. ¿Cómo podría alguien procurar hacer firme una llamada y elección de Dios si Su elección fuera arbitraria y sin relación al individuo? Si fuera este el caso, cualquier cosa que haga o espere una persona no afecta la elección de Dios.

Conclusión

     Bajo el examen detenido de cada versículo del Nuevo Testamento que usa la palabra “eklektos”, “eklego”, o “ekloge”, llegamos a la conclusión de que las Escrituras no sostienen la frase “elección soberana”. Mientras que está claro que, de hecho, Dios elige a individuos, y Su elección nunca es independiente ni sin relación a la persona en cuestión.
     Surge una pregunta natural: Entonces, ¿Cómo escoge Dios a los individuos? Una respuesta se encuentra en 1 Pedro 1:2 “según la presciencia”. Esto es, la presciencia está integrada en Su elección. Es esencial e interesante notar que 1 Pedro 1:2 no dice: “previstos según la elección”. La presciencia precede a la elección.
     La palabra “presciencia” sólo se usa siete veces en el Nuevo Testamento, tal como se enumeran abajo.

Hch. 2:23 “...Éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento (o presciencia) de Dios...”

Hch. 26:5 “Los cuales también saben (lit. conocen previamente) que yo desde el principio...”

Ro. 8:29 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó...”

Ro. 11:2 “No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció...”

1 P. 1:2 “Elegidos según la presciencia de Dios...”

1 P. 1:20 “Ya destinado (lit. conocido de antemano) desde antes de la fundación del mundo...”

2 P. 3:17 “Sabiéndolo de antemano, guardaos...”

     Presciencia sencillamente significa saber de antemano, o conocer antes (véase: Theological Dictionary of the New Testament, Kittle, pág. 119). En su obra, Diccionario Expositivo del Nuevo Testamento, W. E. Vine (CLIE, vol. I, pág. 110) dice que el conocimiento anticipado es un aspecto de la omnisciencia de Dios, pero no anula la voluntad del hombre. Por ejemplo, en Hechos 2:23, la obra sacrificial de Cristo ya estaba en la mente de Dios mucho antes de que aconteciera. Observa que en este versículo la presciencia está separada del plan predeterminado de Dios. Romanos 8:29 indica que “los que antes conoció” son salvos. Este versículo es similar a 1 Pedro 1:20, donde dice que estaba “destinado desde antes de la fundación del mundo”. ¿Significa esto que sólo Dios sabía que el Señor existía? ¡No! Significa que Dios sabía de antemano todo acerca de Jesús, especialmente de Su obra de redención. Este pensamiento aparece en Hechos 2:23 donde la obra redentora de Cristo era conocida en la mente de Dios antes de que aconteciese, pero no fue llevada a cabo literalmente hasta estos últimos tiempos. Es como cuando habla en Apocalipsis 13:8 del Cordero “...que fue inmolado desde el principio del mundo”. Pablo escribe en Hechos 26:5 que los judíos le conocían previamente, y Pedro exhorta a los santos en 2 Pedro 3:17 a que se guarden porque saben de antemano sus advertencias y enseñanzas.
     Además, el uso combinado de los conceptos “presciencia” y “elegidos” en 1 Pedro 1:2 demanda que Dios sepa de antemano algo acerca del individuo ya que la elección nunca es independiente, ni sin relación al objeto elegido. Por ejemplo: en Romanos 8:29 habla de “los que antes conoció, también los predestinó...”. Esto no puede significar una presciencia indiscriminada ya que Dios conoce cada alma que ha nacido.
     Pero, ¿qué es lo que Dios “conoció de antemano” para elegir a un individuo? 2 Tesalonicenses 2:13 declara:

“...que Dios os haya escogido (haireomai) desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”.

     Aunque aquí se usa una palabra griega diferente en lugar de “eklektos”, este versículo parece declarar que Dios ha elegido individuos para salvación, basado en dos razones. Una es la santificación por el Espíritu. Esto habla de la obra necesaria del Espíritu Santo de preconversión, convenciendo a los hombres de pecado, conduciéndoles a Cristo y a Su obra redentora. Esta es la parte de Dios en la salvación, sin la cual ningún individuo podría ser salvo jamás. El segundo aspecto es “fe en la verdad”. Ésta es la responsabilidad del hombre y yo creo, que es lo que Dios sabe de antemano. Antes de la fundación del mundo, el Dios Omnisciente sabía quién respondería en fe al mensaje del Evangelio. Según Su presciencia, Él nos eligió en Cristo en aquel tiempo. Esto es, en la mente de Dios estábamos colocados “en Cristo” antes de la fundación del mundo. Es similar a lo que dice en Romanos 8:30, “a los que justificó, a éstos también glorificó”. En la mente de Dios estábamos glorificados, antes de que aconteciera realmente.
     Puede que algunos señalen Efesios 1:5, donde declara que la elección y la predestinación son llevadas a cabo “según el puro afecto de su voluntad”, para justificar que la elección de Dios es independiente del hombre. Esto, de todas formas, no tiene sentido, ya que el puro afecto de Su voluntad abarca 2 Pedro 3:9, que declara que Dios no quiere que ninguno perezca. Si la elección se basara simplemente en este principio, entonces Dios tendría que salvar a todos. Es verdad que estando “en Cristo”, habiendo sido predestinados para ser adoptados hijos suyos, y todos los demás beneficios que recibimos son verdaderamente “según el puro afecto de su voluntad”. Dios no tuvo que bendecirnos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales (Ef. 1:3).
    Además, aquellos que mantienen la posición de que la soberanía de Dios (esto es, totalmente independiente de la reacción del hombre) elige a unos para salvación (y a otros no) tienen una gran e irreconciliable contradicción con el deseo de Dios, de que toda la raza humana sea salva. Pedro escribe en 2 Pedro 3:9 que Dios: “no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. En Hechos 17:30 Dios “manda a todos los hombres que se arrepientan”. Dios provee la salvación a través de Su Hijo, trayendo, y convenciendo a los hombres de pecado, sin lo cual nadie puede salvarse. Juan 6:44 señala esto cuando Jesús dijo: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero”. También dice que Dios trae a todos los hombres. El Señor Jesús lo declara en Juan  12:32, “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”. Algunos intentan torcer esto redefiniendo “todos” como “todos los escogidos”.
     En vez de redefinir palabras y de complicar la Palabra de Dios, es esencial comprender sencillamente el significado y el uso de la palabra “eklektos”. Dios no escoge a algunos para salvación sin ninguna referencia a la persona o sin saber cómo responderá al Evangelio. Dios escoge a los que ejercitan la fe. Dios elige, pero Su elección no es independiente de la reacción del hombre al mensaje del Evangelio.
     El deseo del autor es que el estudiante de la Escritura sea animado a ser como los de Berea, examinando estas cosas para ver si son así. En el Apéndice C hay respuestas para algunas de las objeciones más comunes.

Dr. George Sturm
19 marzo, 1991 
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Referencias

Chafer, Lewis S., Teología Sistemática, Publicaciones Españolas, Inc., 1986.

Kittle, G. y Friedrich, Editores, Theological Dictionary of the New Testament, Abreviado por G. Bromiley, Eerdmans, Grand Rapids, Michigan, 1985.

MacArthur, John F., Chosen for Eternity: A Study of Election, Moody Press, Chicago, 1989.

MacArthur, John F., The MacArthur New Testament Commentary: Ephesians, Moody Press, Chicago, 1986.

Spurgeon, Charles H., The Treasury of the Bible: New Testament, vol. 4, London: Marshall, Morgan y Scott, 1963.

Vine, W. E., Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, CLIE, Terrasa, Barcelona, 1984.
los apéndices aparecerán en el siguiente artículo, d.v.



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