De
acuerdo con el Diccionario de Merriam-Webster, la psicología es
definida como "la ciencia de la mente y del comportamiento". ¿Es la
psicología una ciencia? Bueno, sí y no, dependiendo del entendimiento
del término "ciencia".Si uno considera el estudio de la psicología como
simplemente la búsqueda del conocimiento del comportamiento humano,
algunos estarían satisfechos con la definición de la psicología como una
ciencia. Sin embargo, ese significado es muy vago y está bastante
lejos de un real conocimiento científico obtenido a través de una
metodología científica que implica la observación objetiva, pruebas,
pruebas de hipótesis, inducción, repetición y verificación y en última
instancia, dando por resultado un comúnmente aceptado conocimiento
acumulativo. La psicología difiere en gran medida, por ejemplo, de las
ciencias de la astronomía, física, química, geología y la biología, cuyo
conocimiento ha sido acumulado a través de medios objetivos.
La psicología afirma ser una ciencia, pero no ha podido producir la
documentación objetiva necesaria para probar que realmente es una
ciencia. Su énfasis principal es sobre el comportamiento humano, que no
puede cuantificarse en ninguna manera significativa. La naturaleza de
elecciones humanas es extremadamente subjetiva, la cual implica las
emociones, valores y conciencia, y que ninguna de las cuales puede ser
medida; y tampoco se puede hacer eso con la mente, ya que no es una
parte física de la composición humana. El problema o dilema en definir
la psicología como una ciencia no sería digno de debate, excepto que el
término "ciencia" ejerce gran influencia. Legítimo o no, la etiqueta de "ciencia" impresiona a las masas.
Existen como 100 disciplinas de psicología las cuales cubren muchas
áreas desde un análisis de comportamiento aplicado a una psicología
transpersonal. La psicoterapia, o asesoramiento psicológico, o
psicología clínica, es la más prevalente. Los estadounidenses gastan
más de 200,000 millones de dólares al año tratando de curar o aliviar
sus trastornos emocionales y mentales, generalmente a través de la
psicoterapia.
La psicoterapia, que es también llamada, "la terapia verbal (o
hablada)" o simplemente "terapia", es un proceso por el cual se trata de
solucionar problemas psicológicos a través de una comunicación y
factores en una relación entre una persona (paciente o cliente) y un
profesional capacitado de salud mental. La psicoterapia es realmente
psicoherejía. Su engaño sutil abre la puerta a otras decepciones,
substitución o adición de opiniones que no han sido verificadas a través
de medios objetivos, opiniones de hombres que no son científicas y que
son añadidas a la Palabra de Dios, y por lo tanto de esta manera,
restando la confianza absoluta en la verdad bíblica acerca de Dios.
La psicoherejía niega la suficiencia de las Escrituras en lo que
respecta a la mente, alma y voluntad. Esta intrusión de nociones
psicológicas proviene de la sabiduría de los hombres y llega a
influenciar la predicación y la práctica del Cristianismo, especialmente
en cuanto a la naturaleza del hombre, cómo él vive y cómo él cambia.
Es imperativo que examinemos cómo estas ideas psicológicas pueden
engañar a los cristianos. En cuanto a la aplicación de la psicoterapia a
los problemas de la vida, lo que hace es socavar la fe de un creyente
con respecto a los asuntos del alma. Una vez que una persona se aparta
de la infalible, autoritativa y suficiente Palabra de Dios, ésta persona
se hace vulnerable a decepciones en muchas otras áreas.
La psicoterapia se basa en las teorías de la personalidad que son
simplemente opiniones no comprobadas y de origen ateo, agnóstico y de
otra índole, no cristianos. Estas teorías no son como las teorías
científicas. Son simplemente colecciones de opiniones seculares y, en
muchos casos, estas creencias a menudo se contradicen entre sí. La
terapia, en realidad es un proceso que simplemente requiere "hablar", lo
cual incluye los problemas del cliente o paciente y el ayudar al
cliente a verse a sí mismo, desde el punto de vista de cualquier teoría
en particular, que es utilizada por el terapeuta. La psicoterapia (o
consejo psicológico) es el más subjetivo y por lo tanto la rama más
engañosa de la psicología.
El "Sincretismo" es "la combinación de diferentes formas de creencia o
prácticas". Es una de las técnicas más atractivas y engañosas de
Satanás, ideadas para destruir la verdadera fe y socavar la confianza
del cristiano en la Palabra de Dios y su dependencia en Cristo. La
psicoterapia y sus psicologías subyacentes son realmente religiosas en
naturaleza y en práctica. ¡Son como agua y aceite! El eufemismo para
este tipo de Sincretismo es "integración", que se produce cuando se
combinan dos o más ideas o sistemas. Sin embargo, creencias
psicoterapéuticas no pueden integrarse verdaderamente con la Escritura.
Una trabaja con el hombre viejo en la carne (carnal); y el otro trabaja
con el nuevo hombre en Cristo (espiritual). Existe una enemistad entre
ambas, así como la carne y el espíritu son contrarias entre sí (Gálatas
5:17) y así como el hombre carnal está en enemistad con Dios (Romanos
8:7). No se mezclan, porque son enemigos como los ídolos de las naciones
alrededor de Israel estaban en enemistad con Dios.
Los cristianos que mezclan la psicología con la Biblia no están
practicando ni promocionando una integración ordinaria, sino un
sincretismo religioso, sobreponiendo su psicología con la Biblia. Esto
en última instancia va a camuflar los sistemas religiosos psicológicos
que están utilizando y también este psico-sincretismo subvierte y
sustrae de la fe. La "integración" de la psicología con el Cristianismo
atrae a aquellos Cristianos quienes creen que lo que se está
descubriendo acerca de la mente, la voluntad y las emociones es ciencia,
que es parte de la creación de Dios aún por descubrirse de la misma
manera que se han hecho descubrimientos en física, química y biología.
Al mismo tiempo que la psicología tergiversa su definición y se hace
pasar como ciencia, sus ideas psicoterapéuticas son organizadas en
teoría y muchos pastores no se dan cuenta que estas teorías científicas
son simplemente otro sistema competitivo de creencia.
En lugar de añadir conocimiento al conocimiento con descubrimientos
más recientes sobre un cuerpo de información sólida, en este caso, un
sistema contradice al otro, un conjunto de opiniones se intercambia por
otro, y un conjunto de técnicas sustituye al otro. La psicoterapia
cambia o se adapta con las actuales tendencias culturales. Sólo el saber
que este sistema es una acumulación de unos 500 sistemas
psicoterapéuticos, cada uno demandando y pretendiendo superioridad,
debería disuadir a cualquier persona de pensar que tantas opiniones
diversas no pueden ser científicas ni tampoco objetivas. La psicoterapia
y sus psicologías subyacentes son acumuladas en una gran confusión, con
su pseudo-conocimiento y pseudo-teorías resultando en una
pseudo-ciencia.
El sueño del hombre en poder descubrir un análisis de la naturaleza
humana por medio de la ciencia y poder desarrollar un estudio científico
para el tratamiento de una conducta o comportamiento inaceptable ha
sido muy seductivo. La esperanzada ciencia del comportamiento humano,
prometía mucho a aquellos quienes han estado batallando para descifrar o
desenredar la enorme complejidad de personalidades individuales en
circunstancias complejas similares. Por lo tanto, a través del estudio y
la imaginación, los psicólogos persiguen el sueño del descubrimiento de
métodos científicos de observación, y de explicar y transformar el
comportamiento humano.
La psicología clínica y su arma activa de psicoterapia han
indudablemente adoptado una postura científica. Sin embargo, desde un
punto de vista estrictamente científico no han podido cumplir con los
requisitos requeridos. Al intentar evaluar el estado de la psicología,
la Asociación Psicológica Americana nombró a Sigmund Koch para
planificar y dirigir un estudio que ha sido subvencionado por la
Fundación Nacional de Ciencia. Este examen involucró ochenta eminentes
eruditos, quienes evaluaron los hechos, teorías y métodos de la
psicología. Los resultados de este amplio estudio fueron publicados en
una serie de siete volúmenes titulados "La Psicología: El Estudio de una
Ciencia".
Koch describe el engaño de las personas quienes representan la
psicología como ciencia. Él dice: "La esperanza de querer demostrar que
la psicología es una ciencia no ha dado resultado, ya que el resultado
llegó a ser indistinguible o no ser diferente de lo que ya se llama
ciencia psicológica. Toda la historia posterior de la psicología puede
ser vista o definida como una actividad ritualista, que lo en realidad
hace es emular las formas de una ciencia, para mantener la ilusión de
que la psicología en sí, es una ciencia.
Koch dice: "A lo largo de la historia de la psicología como ciencia,
el verdadero o real conocimiento ha sido uniformemente negativo". Él
afirma que gran parte de la psicología no es una disciplina acumulativa o
progresiva en la que se agrega conocimiento al conocimiento. Más bien,
lo que se ha descubierto por toda una generación "típicamente priva o
anula las ficciones teóricas del pasado". En lugar de refinar y
especificar las más grandes generalizaciones del pasado, los psicólogos
se han propuesto el reemplazarlas. Él agrega, "Creo que ahora está
completamente y finalmente claro que la psicología no puede ser una
ciencia coherente". Koch sugiere, "Como el inicio de una terapia
humilde, podríamos volver a bautizar la psicología y empezar a
referirnos como 'estudios psicológicos'". Y desde luego Koch critica
la psicoterapia por vivir bajo "la ilusión de que ya es una ciencia",
cuando en realidad no lo es.
Otra razón por la cual la psicoterapia no puede legítimamente
llamarse una ciencia coherente es porque intenta contender con profundas
complejidades humanas que no pueden ser observadas directamente o ser
constantemente previstas. Además, el terapeuta y el cliente son cada uno
individualmente único, y su interacción añade una dimensión adicional
de variabilidad. Cuando uno agrega tiempo y circunstancias cambiantes,
no es de extrañar que la relación terapéutica escapa los rigores de una
ciencia. Al considerar el dilema entre ciencia y la individualidad
personal, el Dr. Gordon Allport dice: "El individuo, sea lo que esta
persona sea, es por sobre todo una organización internamente coherente y
única de procesos corporales y mentales. Pero es ésta individualidad
que la ciencia considera vergonzoso. La ciencia, se dice, cubre un área
amplia, y preferiblemente leyes universales ... la individualidad no
puede ser estudiada por la ciencia, sino solamente por la historia, por
el arte, o por la biografía.
Podríamos añadir que el individuo no sólo escapa las fórmulas de la
ciencia, sino también que desafía las descripciones de la literatura.
Sin embargo, si uno debe elegir entre los dos, parece que la literatura
ha revelado la humanidad en una forma más sincera. El idioma describe
las complejidades de la individualidad mucho mejor que las fórmulas. El
idioma y la literatura, en lugar de promulgar teorías de la personalidad
y psicoterapia, lo que hacen es exitosamente representar la naturaleza
humana y dar un vistazo o vislumbrar las profundidades del alma, pero
es la Biblia que mejor representa y da la verdad exacta acerca de la
humanidad.
Hay sutilezas y similitudes entre ciertas ideas de la psicología y el
Cristianismo que aumentan la vulnerabilidad y que puede motivar a la
persona a ministrar psicológicamente en vez de bíblicamente. El corazón
engañoso encuentra a su amigo más amigable en un evangelio adulterado,
donde se da rienda suelta a la naturaleza pecaminosa del hombre y donde
el hablar en forma pecaminosa puede hacerse sin restricción, sin
cuestionamiento o prueba. Por esta razón los Cristianos deben pasar
tiempo en la Palabra y en oración en vez de buscar respuestas a los
dilemas de la vida fuera de las Escrituras y de la iglesia. Una vez más,
la psicoterapia y sus psicologías subyacentes no son ciencias. Son las
especulaciones humanas sobre el alma, con una fachada seudocientífica.
Ha habido mucha búsqueda aparte de las Escrituras para poder
encontrar maneras de ministrar al sufrimiento de los Santos, que ha
producido un grupo entero de profesionales entrenados psicológicamente
(o por lo menos psicológicamente contaminados) y consejeros laicos
quienes están preparados para ministrar usando los caminos y la
sabiduría de los hombres junto con las Escrituras, que parecen apoyar su
práctica. Esto es sincretismo. Otros culpables de esta falsa
integración son:
1) Las escuelas Cristianas y seminarios que promocionan positivamente
el uso de asesoramiento psicológico o preparan individuos para ser
licenciados como psicoterapeutas, especialmente las escuelas Cristianas
que tienen programas acreditados por la Asociación Psicológica Americana
(APA).
2) Pastores u otros quienes promueven y afirman ideas psicológicas y/o refieren o envían a congregantes a psicoterapeutas.
3) Autores y organizaciones que promueven un entendimiento psicológico del hombre.
4) Los que profesan ser Cristianos y quienes están profundamente
comprometidos a esta "integración", cuyo origen es el no creer que la
Escritura es suficiente para la vida y la piedad (2 Pedro 1:3).
La ilusión o el engaño sin embargo continúa a pesar de esta
declaración por los miembros de la Asociación Cristiana para Estudios
Psicológicos, un grupo que incluye a psicólogos y consejeros
psicológicos que profesan ser Cristianos: "muchas veces nos preguntan si
somos 'Psicólogos Cristianos' y resulta difícil de contestar, ya que
no sabemos lo que implica la pregunta. Somos cristianos, los cuales
somos psicólogos, pero en realidad no hay ninguna Psicología Cristiana
que sea aceptable y que sea radicalmente diferente a una psicología que
no sea Cristiana o secular. Es difícil el dar a entender, que nosotros
funcionamos en una manera que es fundamentalmente diferente de nuestros
colegas seculares (o no cristianos).
No estamos cuestionando la fe de los cristianos, que como
psicoterapeutas, pastores y líderes de la iglesia, apoyan la
psicoterapia y la psicología clínica. Somos críticos, sin embargo, de
su práctica y apoyo para estas actividades que niegan la suficiencia de
las Escrituras. La Palabra es verdad; las teorías y prácticas de la
psicoterapia que hablan en lugar de la Palabra de Dios escrita y de sus
promesas, son falsificaciones. Esta mezcla de la psicología secular y el
Cristianismo con sus nefarias consecuencias de haber corrompido la fe,
ha llegado a tal apogeo, que aquellos que son conocedores de la verdad
no hacen lo que es debido, es decir, predicar o enseñar la verdad del
evangelio. Hay muchos pastores y líderes de la iglesia que creen lo
mismo que nosotros, en lo que se refiere a la psicoterapia, pero no
toman la iniciativa en alertar a la congregación de este compromiso
religioso falso de la verdadera fe en la Palabra de Dios. A menudo hemos
desafiado a cristianos que creen como nosotros en cuanto a la
psicoterapia, para que pregunten a sus pastores si ellos tienen algún
problema en referir o enviar a aquellos que tienen problemas personales,
a un psicoterapeuta.
La psicoherejía engaña al alma. O. Hobart Mowrer, en su libro
titulado "La Crisis en Psiquiatría y Religión", hace una pregunta
penetrante: "¿Ha vendido la religión evangélica su primogenitura por un
plato de potaje psicológico?" Los cristianos necesitan tener un
objetivo, deben mirar detenidamente a su primogenitura y la confusión
del potaje psicológico. Sin una sujeción firme en la Palabra de Dios,
estos llamados Cristianos se van a descarrilar y esto avanzará a medida
que la decepción aumente exponencialmente en los días precedentes al
retorno de Cristo.
Cuando se le preguntó sobre el tiempo de Su regreso, Jesús dijo:
"Mirad que nadie os engañe". ¿Cuán profundamente engañados están esos
cristianos que están buscando ayuda en la psicoterapia y sus psicologías
subyacentes? ¿Cómo serán capaces de descubrir cuánto es el engaño, si
ya han mezclado las nociones psicológicas engañosas y absurdas en su
comprensión de la Biblia? Dos veces en el libro de Proverbios (14:12;
16:25) nos dice que hay una manera (la manera del mundo) que parece
recto al hombre, pero se separa de la verdad de Dios y conduce a la
muerte.
Casi todos los que creen que han sido ayudados por la consejería
psicológica finalmente reconocen que sus problemas mentales y
emocionales no han sido resueltos ni han disminuido. En la segunda parte
de estas series, confrontaremos el mito de la consejería psicológica,
su supuesta eficacia y el valor de ministrar a la manera de Dios a
través de la suficiencia de Su Palabra y la habilitación del Espíritu
Santo (Peter 2: 1:3
Dr. Martin, Deidre Bobgan y T.A. McMahon Enero 2018
éste y más artículos en Español están disponibles en la web de Berean Call:
https://www.thebereancall.org/content/psicolog-y-psicoterapia-primera-parte
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