domingo, 4 de octubre de 2020

Eunice Knott - con Cristo, lo cual es muchísimo mejor

Eunice P. Knott (1928-2020), la amada madre de Carlos Knott, pasó de esta vida a la presencia del Señor el 1 de octuber, habiendo vivido 92 años en este mundo. Humanamente hablando, sucumbió al virus Covid-19, pero espiritualmente hablando, fue la mano sabia y buena del Señor, porque "si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos" (Romanos 14:8). 

Le amamos y sentimos su ausencia, pero nuestra tristeza no es como la de los que no tienen esperanza. Es real, y duele, pero es diferente, porque Eunice, siendo creyente  en el Señor Jesucristo, ¡está con el Señor! La Escritura dice que para los creyentes en Cristo, morir es estar ausente del cuerpo y presente con el Señor (2 Corintios 5:8), y estar con Cristo es muchísimo mejor (Filipenses 1:23).


Aquí podéis ver su casa en Greenville, Carolina del Norte, lugar de muchas memorias felices para los que nos criamos ahí.

 Pero su morada celestial es gloriosa y eterna. Es un lugar sin lágrimas, enfermedades, muerte y noche; un hogar de luz divina.


2018 - en Raleigh, Carolina del Norte, donde Carlos predicaba. 
A Eunice siempre le gustaba acompañarle y estar con los creyentes.
 
Una cena de cumpleaños


Le gustaba mirar el periódico cuando desayunaba.

Amaba las plantas, y tenía este helecho durante años. Era una de sus plantas favoritas. Y los "pensamientos" le encantaban y siempre los tenía cerca de la puerta.


Bendecimos la memoria de ella, y lamentamos que no la veremos más en esta vida. Pero es mejor para ella. Dios no se equivoca y ha hecho bien. A nosotros los creyentes nuestra tristeza es consolada por la gracia de Dios y por Sus promesas en Su Palabra. Eunice ha entrado en la gloriosa presencia de Dios, mientras nosotros todavía navegamos en este valle de lágrimas.  No deseamos que ella vuelva, sino que venga el Señor pronto a llevar a todos los creyentes a estar con Él. Mientras tanto, las Escrituras, y el Espíritu Santo, el Consolador, nos dan consuelo, ánimo y esperanza.

  "Mamá" tenía un armario cerca de la puerta en su casa, que contenía literatura cristiana y evangelística, libritos y tratados. Frecuentemente regalaba literatura a los que le visitaban. En julio del 2020, hablando con ella por teléfono, desde España, ella dijo que quería repartir literatura a todas las casas en su barrio. Le conseguimos libritos evangelísticos y bolsas de plástico para colgar en las puertas - pues en EEUU está prohibido meter literatura en los buzones de correos. Ella consiguió tratados, y en agosto nos dijo que tenía todo colocado en las bolsas y buscaba a personas para hacer el reparto, ya que ella no podía porque usa andador. Nos impresionó que con 92 años de edad estaba preocupada por sus vecinos y deseaba alcanzarles una vez más con literatura. ¡Que el Señor levante a personas que llevar a cabo esa distribución que era uno de sus últimos deseos! Y que Él bendiga su testimonio.

 "En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan" (2 Samuel 22:31).

Ahora invitamos a cualquier lector que no está preparado para morir y pasar a la eternidad, a que reflexione en su necesidad del perdon de pecados y la vida eterna que están solo en Jesucristo.  La muerte entró en el mundo por el pecado, y es un enemigo que no puede ser vencido excepto por la fe en el Señor Jesucristo. En el Evangelio según Juan, 11:25, leemos las palabras de Cristo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá". Fe no es creer cosas acerca de Cristo, sino realmente confiar en Él, porque Él murió en el Calvrio para pagar la pena de muerte que debemos por nuestros pecados. Allá nos sustituyó. Llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz y sufrió en nuestro lugar, para que todos los que confían en Él no se pierdan más tengan vida eterna. ¿Eres tú una de esas personas, como Eunice? ¿Confías en Cristo como tu Señor y Salvador, y estás preparado para la eternidad?

El creyente puede decir como David en el Salmo 23, The Christian can say as David did in the 23rd Psalm, "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo". Si Jesucristo no es tu Pastor, tu Salvador, entrarás en aquel valle sin nadie para acompañarte ni ayudarte. La religión, la membresía en una iglesia, las buenas obras, los sacramentos y la filosofía serán inútiles en el valle de sombra de muerte. Eunice estaba preparada, porque el Señor estaba con ella, y ahora ella ha atravesado ese valle y está para siempre con el Señor. ¿Cómo será para ti cuando llegue tu tiempo, apreciado lector?

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