NAVIDAD
El 25 de diciembre es el día señalado en nuestro calendario como el día
del nacimiento de Jesucristo, ¿Pero es verdaderamente el día en que
nació Jesucristo? ¿Son las costumbres de estas fechas de origen
cristiano, o son las navidades el resultado de la unión entre el
paganismo y la cristiandad?
Como hemos de ver, ¡el 25 de diciembre no es la fecha en que Jesucristo nació! Por ejemplo, es evidente que nuestro Salvador no nació durante el invierno, pues cuando Él nació, los pastores velaban sus rebaños en el campo. “Y había pastores en la misma tierra que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado” (S. Lucas 2:8). Como es conocido, los pastores en Israel no hacen esto durante el invierno. Siempre traen sus rebaños de las montañas a los rediles antes del 15 de octubre.
Con esto está claro que Jesucristo no nació en invierno. Si no nació en diciembre, ¿cómo llegó el 25 de diciembre a ser el día que la cristiandad celebra como el día de Su nacimiento? La historia nos da la respuesta. ¡En vez de ser este día el nacimiento de nuestro Salvador, este era el día en que los paganos, durante muchos siglos, celebraron el nacimiento de su dios solar! Un estudio de esto demuestra cuánto se rebajaron los responsables de la Iglesia Católica Romana en sus esfuerzos por unir el paganismo con el cristianismo, hasta el punto de poner el nacimiento de Jesucristo en una fecha que armonizaba con la celebración pagana del nacimiento del dios sol.
Amigo, si tú celebras en estos días la Navidad como algo cristiano, ¡estás equivocado! Pero lo peor es que el sentido de la verdadera Navidad tampoco está presente en estos días. Son fechas para la reconciliación momentánea, para organizar la gran comilona familiar. Comer, beber, reír y olvidar son los cuatro verbos presentes, y ¿qué de la verdadera Navidad? ¿Qué de ese Nacimiento que da vida? El que nació vino para darnos vida, no para darnos una fiesta. Nació para morir, y nos ofrece perdón de pecados y vida eterna a través de Su muerte. Es el mejor regalo. No se caduca nunca, y es gratis. No hay que pagar nada, ni se puede ganar a cambio de obras de piedad o devoción. La gracia de Dios a ti es gratis, pero esto es porque el Señor Jesucristo pagó con Su vida en la cruz. Nació, murió, resucitó, ascendió y vive a la diestra del Padre. Sólo Él puede salvar perpetuamente a todos los que por Él se acercan a Dios (Hebreos 7:25).
Tú que celebras en estos días la Navidad, reflexiona y considera que el nacimiento de Jesucristo fue con el propósito de darte Vida y reconciliarte perpetuamente con Dios. Fue necesario Su nacimiento pero mucho más Su muerte, ya que por ella puedes obtener la salvación eterna.
Como hemos de ver, ¡el 25 de diciembre no es la fecha en que Jesucristo nació! Por ejemplo, es evidente que nuestro Salvador no nació durante el invierno, pues cuando Él nació, los pastores velaban sus rebaños en el campo. “Y había pastores en la misma tierra que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado” (S. Lucas 2:8). Como es conocido, los pastores en Israel no hacen esto durante el invierno. Siempre traen sus rebaños de las montañas a los rediles antes del 15 de octubre.
Con esto está claro que Jesucristo no nació en invierno. Si no nació en diciembre, ¿cómo llegó el 25 de diciembre a ser el día que la cristiandad celebra como el día de Su nacimiento? La historia nos da la respuesta. ¡En vez de ser este día el nacimiento de nuestro Salvador, este era el día en que los paganos, durante muchos siglos, celebraron el nacimiento de su dios solar! Un estudio de esto demuestra cuánto se rebajaron los responsables de la Iglesia Católica Romana en sus esfuerzos por unir el paganismo con el cristianismo, hasta el punto de poner el nacimiento de Jesucristo en una fecha que armonizaba con la celebración pagana del nacimiento del dios sol.
Amigo, si tú celebras en estos días la Navidad como algo cristiano, ¡estás equivocado! Pero lo peor es que el sentido de la verdadera Navidad tampoco está presente en estos días. Son fechas para la reconciliación momentánea, para organizar la gran comilona familiar. Comer, beber, reír y olvidar son los cuatro verbos presentes, y ¿qué de la verdadera Navidad? ¿Qué de ese Nacimiento que da vida? El que nació vino para darnos vida, no para darnos una fiesta. Nació para morir, y nos ofrece perdón de pecados y vida eterna a través de Su muerte. Es el mejor regalo. No se caduca nunca, y es gratis. No hay que pagar nada, ni se puede ganar a cambio de obras de piedad o devoción. La gracia de Dios a ti es gratis, pero esto es porque el Señor Jesucristo pagó con Su vida en la cruz. Nació, murió, resucitó, ascendió y vive a la diestra del Padre. Sólo Él puede salvar perpetuamente a todos los que por Él se acercan a Dios (Hebreos 7:25).
Tú que celebras en estos días la Navidad, reflexiona y considera que el nacimiento de Jesucristo fue con el propósito de darte Vida y reconciliarte perpetuamente con Dios. Fue necesario Su nacimiento pero mucho más Su muerte, ya que por ella puedes obtener la salvación eterna.
Asamblea Bíblica
C./Torreblanca, 6, detras de la muralla Macarena
41003 Sevilla, España
Reuniones: domingo: 11:00 y 12:00, jueves 20:00
conócenos en internet: http://berealibros.wixsite.com/asambleabiblica
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Reuniones: domingo: 11:00 y 12:00, jueves 20:00
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