Aviso al lector: El origen de este artículo no es evangélico, sino católico romano.
ORIGEN DE LOS BELENES
ORIGEN DE LOS BELENES
De Belén a los belenes
Cómo
se fue formando esta tradición y sus personajes El La descripción de la escena
del nacimiento de Jesús que hace el Evangelio es explícita pero
sumamente sobria: "Mientras ellos estaban allí, se le cumplieron (a
María) los días del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, le
envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio
en el alojamiento". De esta descripción a la exuberancia de los
belenes napolitanos, españoles o latinoamericanos, hay una gran
diferencia. ¿Cómo surgió en la Iglesia católica la costumbre de
reconstruir la ciudad en que nació Jesús, Belén?
Los
evangelios apócrifos
Desde
los primeros años del cristianismo fueron surgiendo los elementos que
poco a poco conformaron el escenario y los personajes del belén, tomados
en gran medida de los evangelios apócrifos (no reconocidos por la
Iglesia). La estrella de los reyes de la que habla Mateo, guía del rey de
Oriente hacia Belén, se convirtió en el Espíritu Santo para el
"Evangelio de los hebreos". La cueva surgió de un
"Diálogo" de Justino (quien citó una profecía bíblica:
"Vivirá de cueva en cueva, de piedra dura") y de una descripción
de san Jerónimo que en el año 404 hablo de "specus Salvatoris",
cueva del Salvador. En la "Ascensión de Isaías", las
lavanderas eran las nodrizas que lavaron los vestidos después del parto
de la Virgen. Este texto incluso menciona el nombre de una de ellas,
Salomé. El buey y la mula surgieron del "Protoevangelio de
Santiago", confirmando una visión de Isaías de Habacuc. San Paulino
de Nola escribió que eran símbolo de la liberación de la esclavitud. En
el siglo V un decreto papal, citado en una homilía de san León
Magno, fijó definitivamente el número de los magos, que hasta
aquel momento oscilaba entre dos y doce.
Fijación
de la fecha
Mientras
tanto el calendario cristiano había fijado finalmente la fecha del
nacimiento de Jesús en el 25 de diciembre. El primer calendario
litúrgico que incluye la celebración de Navidad fue el del 320. El 25 de
diciembre, fiesta romana del solsticio de invierno ("Dies natalis
solis invicti"), es el día en el que el sol deja de descender
respecto al ecuador celeste, y los días se alargan. Los padres de la
Iglesia llamaban a Jesús "Sol de Justicia" y la liturgia
ortodoxa lo representa como "Luz del mundo".
Nacimiento
del belén
Entre
el 432 y el 440 Sixto III llevó a Roma algunos fragmentos de la santa
cuna, a la que entonces fue llamada "Santa Maria ad preasepe"
(Santa María en el pesebre), y que después pasaría a recibir el nombre
de Basílica de Santa María la Mayor. En esta Iglesia de Roma comenzó la
costumbre de celebrar la misa de medianoche, tomada de una análoga
tradición de Belén. La atribución del oficio de carpintero a José, que
durante siglos fue titubeante, se impuso en el siglo VI a través de las
representaciones de los marfiles bizantinos.
Algunos
historiadores consideran que el inicio del belén como tal tiene lugar con
el acta notarial que se registró en Nápoles en el 1025 en una Iglesia,
Santa María "ad praesepe", llamada "La redonda". Sin
embargo, en este caso, como en el de Santa María la Mayor parece que se
trata más bien de capillas destinadas a guardar fragmentos más o menos
verdaderos, recogidos en Tierra Santa.
A
partir del siglo VIII el nacimiento y la resurrección de Cristo se
convirtieron en el tema de escenificaciones costumbristas tomadas de los
Evangelios, representadas en las plazas. Con el tiempo, el sentido
religioso de los recitales se fue deteriorando, de modo que frailes y
curas predicaron contra la vulgarización, hasta el punto de que el mismo
Inocencio III lo criticó. Fueron estas representaciones teatrales quienes
introdujeron la mezcla de los personajes evangélicos con otros profanos
inventados, en ocasiones fuera de tiempo y lugar (los pastores, por
ejemplo, se convirtieron en campesinos y artesanos del aquel tiempo).
San
Francisco de Asís
Pero
la fecha que no hay que olvidar es el 1223. Dieciséis años antes,
Inocencio III había prohibido las representaciones sagradas. Francisco de
Asís, llegó a Greccio con su inseparable hermano León, para evangelizar
a las perversos habitantes de aquella áspera tierra. Para sensibilizarles
se le ocurrió pedir una dispensa a Honorio III. San Francisco había
descubierto una gruta en los bosques montañosos, a pocos pasos de su
espartana cabaña, y pensó que era el lugar ideal para hacer revivir el
"Nacimiento" del Redentor. Obtuvo la ayuda de Giovanni Vellita,
el generoso rico del pueblo, que le consiguió el pesebre, la paja y los
animales. La noche de la vigilia, con el toque de las campanas, convocó
en la gruta a todos los habitantes de Greccio. Vinieron a pie, o a lomos
de burro y de caballo, sin darse cuenta, como los pastores llegaron
al pesebre. La historia narra que durante la misa Francisco habló a
los fieles, y los ojos rojos y enfermos del santo lloraron por los
sufrimientos del Redentor. Algunos historiadores afirman que fue el mismo
san Antonio de Padua, contemporáneo de Francisco, quien celebró la misa.
Como por milagro, por un momento, vio materializarse al Niño entre sus
brazos. Francisco de Asís murió dos años después. Si bien puede ser
excesivo considerar que aquella noche de Greccio fue el origen del
nacimiento, sin embargo es legítimo considerarlo como el punto de partida
de un fenómeno de una difusión extraordinaria en todo el mundo. Los
franciscanos, a ejemplo de su fundador, se convirtieron en los pioneros
del "Belén" en las iglesias y conventos que abrieron por toda
Europa. Por ello, desde 1986, san Francisco es considerado el patrón
universal del belén.
Tomás de Celano (hacia 1190-1260) biógrafo de San Francisco y Santa Clara. Vita Prima
San Francisco ante
el primer pesebre de Navidad
el primer pesebre de Navidad
Unos quince días antes de Navidad, Francisco dijo: “Quiero evocar el recuerdo del Niño nacido en Belén y de todas las penurias que tuvo que soportar desde su infancia. Lo quiero ver con mis propios ojos, tal como era, acostado en un pesebre y durmiendo sobre heno, entre el buey y la mula...”
Llegó el día de alegría:..Convocaron a los hermanos de varios conventos de los alrededores. Con ánimo festivo la gente del país, hombres y mujeres, prepararon, cada cual según sus posibilidades, antorchas y cirios para iluminar esta noche que vería levantarse la Estrella fulgurante que ilumina a todos los tiempos. En llegando, el santo vio que todo estaba preparado y se llenó de alegría. Se había dispuesto un pesebre con heno; había un buey y una mula. La simplicidad dominaba todo, la pobreza triunfaba en el ambiente, toda una lección de humildad. Greccio se había convertido en un nuevo Belén. La noche se hizo clara como el día y deliciosa tanto para los animales como para los hombres. La gente acudía y se llenaba de gozo al ver renovarse el misterio. Los bosques saltaban de gozo, las montañas enviaban el eco. Los hermanos cantaban las alabanzas al Señor y toda la noche transcurría en una gran alegría. El santo pasaba la noche de pie ante el pesebre, sobrecogido de compasión, transido de un gozo inefable. Al final, se celebró la misa con el pesebre como altar y el sacerdote quedó embargado de una devoción jamás experimentado antes.
Francisco se revistió de la dalmática, ya que era diácono, y cantó el evangelio con voz sonora....Luego predicó al pueblo y encontró palabras dulces como la miel para hablar del nacimiento del pobre Rey y de la pequeña villa de Belén.
www.mercaba.org/LITURGIA/Nv/belenes_origen.htm
Mercaba.org es el Web Formativa de Católicos Hispano-hablantes
NOTA: No estamos de acuerdo con ellos pero deseamos que los evangélicos vean por esa documentación el orígen idolátrica del uso de los belenes (nacimientos).
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