Según los amilenarios, sí. Ellos son los que no creen en el reino milenario de Cristo. El amilenarismo rechaza la interpretación literal y enseña que no habrá un reino literal de mil años. Uno de los muchos problemas que tiene es que en Apocalipsis 20:2-3 el apóstol Juan vio que cuando venga Jesucristo del cielo con Sus ejércitos y conquiste el mundo, Satanás será atado por mil años. Pero esos teólogos rehúyen de la interpretación literal de este y otros textos proféticos, y creen que son alegorías.
William Randolph en su valioso libro
Claves Proféticas informa que durante los primeros dos siglos de la iglesia
los cristianos interpretaban literalmente los pasajes proféticos, pero en el siglo
III hombres como Orígenes y Filo comenzaron a interpretar alegóricamente las
Escrituras. Intentaron reconciliar la teología con la filosofía de Platón.
Luego, en el siglo IV, Agustín popularizó esa interpretación alegórica, y lo
que entonces era una novedosa idea se convirtió en la posición oficial de la
iglesia Católica Romana. Hoy los amilenarios, sean católicos o protestantes, básicamente
siguen al católico Agustín. De hecho, suele ser la posición de las iglesias
reformadas, ya que su procedencia es del catolicismo.
Respondiendo a Apocalipsis 20:2-3, acerca de Satanás atado, los amilenarios suelen usar Lucas 10:18 para enseñar que ahora es el tiempo cuando Satanás está atado, desde la primera venida de Cristo, cuando dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo”. Pero si estudiamos todo el Nuevo Testamento, hallamos algo muy diferente. No puede ser que ahora Satanás esté atado, por las siguientes razones bíblicas.
Lucas 22:3 y Juan 13:27 comentan que Satanás entró en Judas Iscariote, cosa que uno que está atado no puede hacer.
En Lucas 22:31-32 Satanás intentó dominar a Pedro y los demás discípulos. Cristo no le ató, sino oró por Pedro.
En Hechos 5:3 Satanás llenó a Ananías y Safira, así que no estuvo atado.
Hechos 26:18 indica que Satanás tiene potestad sobre los incrédulos, y por eso vemos que no está atado, sino activo.
En Romanos 16:20 Pablo promete a los creyentes en Roma: “Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies”, entonces, no estaba atado.
En 1 Corintios 5:5 Pablo manda: “el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne...”, pero si Satanás estuviera atado eso no sería posible.
En 1 Corintios 7:5 vemos que Satanás no está atado porque puede tentar a los casados a causa de su incontinencia.
En 2 Corintios 2:11 el apóstol Pablo escribe: “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”. Esta preocupación indica que Satanás no estaba atado, pues si estuviera atado no podría ganar ventaja sobre nadie.
En 2 Corintios 4:3-4 leemos que Satanás – el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, cosa que no podría hacer si estuviera atado.
En 2 Corintios 11:3 Pablo teme que la serpiente (Satanás) que engañó a Eva también extravíe los sentidos de los corintios de la sincera fidelidad de Cristo. Entonces, no está atado.
En 2 Corintios 11:14 Pablo advierte a la iglesia que Satanás se transforma en ángel de luz para engañar, y vemos por eso que no está atado, sino activo.
En Efesios 2:2 Satanás ejerce su malvada influencia sobre todos los incrédulos, pues ellos siguen la corriente de este mundo, “conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. No podría operar ahora si estuviera atado.
Efesios 4:27 exhorta a los creyentes: “ni deis lugar al diablo”, lo cual implica que no está atado.
Efesios 6:11 nos advierte de las asechanzas del diablo. El que está atado no pone asechanzas.
Efesios 6:16 nos advierte de los dardos de fuego del maligno. El que está atado no lanza dardos.
En 1 Tesalonicenses 2:18 Satanás impidió que Pablo visitara a Tesalónica: “Satanás nos estorbó”. Tenemos que preguntar: ¿Cómo podría estorbarles si está atado desde la primera venida de Cristo?
En 1 Timoteo 1:20 Pablo informa que ha entregado a Himeneo y Alejandro a Satanás para que aprendan a no blasfemar. No podría hacer esto si Satanás estuviera atado.
1 Timoteo 3:7 también menciona el “lazo del diablo”, pero uno que está atado no pone lazo.
En 1 Timoteo 5:15 hay personas que “se han apartado en pos de Satanás”, por lo que no está atado.
2 Timoteo 2:26 enseña que hay personas que están cautivas a voluntad del diablo, y que él les pone lazo. En lugar de estar atado, Satanás pone trampas para atar a otros.
En Santiago 4:7 aprendemos que debemos resistir al diablo, y que si lo hacemos él huirá de nosotros. No cabe la idea de Satanás atado.
1 Pedro 5:8 no admite la posibilidad de que Satanás esté atado, porque leemos: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.
1 Juan 5:19 enseña que “el mundo entero está bajo el maligno”, cosa que no sería posible si Satanás estuviera atado.
En Apocalipsis capítulos 2 y 3 vemos que Satanás no está atado durante la edad de la iglesia, porque según Cristo, se metió en las iglesias:
· Apocalipsis 2:9 en Esmirna había “sinagoga de Satanás”
· Apocalipsis 2:13 habla del “trono de Satanás” en Pérgamo, y afirma: “donde mora Satanás”.
· Apocalipsis 2:24 menciona la contaminación de “las profundidades de Satanás” en Tiatira.
· Apocalipsis 3:9 nombra nuevamente la “sinagoga de Satanás” en Filadelfia.
La enseñanza de que Satanás está atado ahora no es una doctrina de Cristo ni de Sus apóstoles, sino un error. Los que creen así corren el peligro de ser engañados y enredados por ese gran enemigo que busca a quién devorar. Difícilmente pueden obedecer la exhortación apostólica: "Sed sobrios y velad" (1 P. 5:8).
La triste realidad es que Satanás anda suelto y seguirá engañando y liderando al mundo en la rebelión contra Dios, hasta que venga literalmente el Señor Jesucristo a la tierra y venza literalmente los ejércitos del Anticristo. Entonces un ángel literal descenderá literalmente del cielo, prenderá literalmente a Satanás y lo atará por mil años literales. Lo arrojará, lo encerrará, y lo sellará para que no engañe más a las naciones durante mil años literales. En ese periodo de mil años Cristo reinará física y gloriosamente en el mundo, con Jerusalén como Su capital, y los creyentes de todas las edades reinarán con Él. Hasta entonces, Satanás anda suelto, engaña, desvía, siembra cizaña, ataca y manipula como pueda para resistir a Dios y dominar a la humanidad. Solo los creyentes en el Señor Jesucristo pueden resistirle con éxito, pues “mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Jn. 4:4).
Carlos Tomás Knott