Dave Hunt
Muchos de los no-católicos se
sorprendieron cuando el Papa Juan Pablo II escribió a favor de la evolución en
un documento vaticano para la Academia Pontifical de Ciencias, el 23 de octubre
de 1996. Pero en realidad, él solamente recalcaba la posición oficial del
catolicismo. Considera los siguientes extractos: |
“En su encíclica Humani
generis (1950), mi predecesor Pío XII ya había dicho que no había oposición
entre la evolución y la doctrina de la fe acerca del hombre... Pío XII enfatizó
este punto esencial: que si el cuerpo humano toma su origen de materia viva
preexistente, el alma espiritual es creada inmediatamente por Dios...el exegeta
y el teólogo deben mantenerse informados acerca de... las ciencias naturales...
la verdad no puede contradecirse...”.
“La teoría de la
evolución... ha sido aceptada progresivamente por los investigadores, después de
una serie de descubrimientos en los diferentes campos de conocimiento. La
convergencia... de los resultados de trabajos que fueron llevados a cabo
independientemente es en sí un argumento significativo a favor de esa teoría”. 1
Sin
lugar a dudas, el fiasco vergonzoso del juicio de Galileo estaba en la mente
del Papa cuando él avisó a los teólogos de la Iglesia a “mantenerse informados
acerca de... las ciencias naturales...”. El Papa Urbano VIII amenazó a Galileo,
ya viejo y enfermo, con tortura si no renunciaba a su afirmación de que la
tierra se movía alrededor del sol. De rodillas ante el Santo Oficio Romano de
la Inquisición, y temiendo por su vida, Galileo se retractó de esa “herejía”,
pero no en su corazón. El dogma oficial de la Iglesia Católica Romana decía que
el sol y todos los cuerpos celestiales se movían alrededor de la tierra, y fue
afirmado repetidamente por varios Papas “infalibles” hasta el año 1992, cuando
el Vaticano por fin admitió oficialmente que Galileo tenía razón.
Así que, para que la ciencia no
siguiera haciendo necios a la jerarquía “infalible” de la Iglesia, el Papa
ahora aconseja a los teólogos católicos a consultar con los científicos antes
de interpretar las Escrituras. Pero San Pedro, quien los católicos alegan que
fue el primer Papa, declaró que las Escrituras son inspiradas por el Espíritu
Santo (2 Pedro 1:21). ¡Seguro que el Espíritu Santo no necesita ayuda de “científicos”!
Si la Biblia no es infalible cuando habla acerca de ciencia, entonces, ¿por qué
confiar en ella cuando habla de Dios o la salvación? Eduardo Daschbach, un
sacerdote católico, explica que si tomamos la Biblia literalmente, ¡esto
requeriría que la mujer encima de la bestia en Apocalipsis 17 fuera la Iglesia
Católica Romana! Él escribe:
“La Iglesia,
entonces, no acepta...la interpretación literal de los primeros capítulos del
libro de Génesis... Cuando los partidarios de la ciencia creacionista aplican
sus herramientas fundamentalistas a este último libro de la Biblia
(Apocalipsis), la Iglesia a menudo viene a ser objeto de ataques sin
misericordia...” 2
Los
evangélicos como Charles Colson que han unido sus fuerzas con las de Roma, dicen
que el catolicismo está de acuerdo con ellos y que afirman los dos que la
Biblia es inerrante. Al contrario, un documento explica que según el Concilio
Vaticano II: “la Biblia está libre de error en lo que pertenezca a la religión,
lo que fue revelado para nuestra salvación. No es necesariamente libre de
error en otros temas (por ejemplo, la ciencia natural)” [énfasis en el
original].3
Esto
no es nada para tomar a la ligera. Si el relato de Génesis acerca de la creación
no es digno de confianza, entonces tampoco lo es el resto de la Biblia, que
descansa sobre Génesis, y Jesucristo resulta no ser Dios, sino un mero hombre
que neciamente tomaba la historia de Adán y Eva literalmente (S. Mateo 19:4-5),
y entonces no puede ser nuestro Salvador. El periódico El Ateo Americano
conoce estos temas bien: “Destruye a Adán, Eva y el pecado original, y en los
escombros encontrarás los restos patéticos del Hijo de Dios, y quitarás todo el
significado de su muerte”. 4
En
mayo de 1982, honrando a Charles Darwin en el centenario de su muerte, la
Academia Pontifical de Ciencias, del Vaticano, declaró lo siguiente: “Evidencias
masivas ponen la aplicación del concepto de evolución... más allá de disputas
serias”. 5 La New Catholic Encyclopedia (Nueva Enciclopedia Católica)
dice:
“Los
especialistas... durante un periodo de 100 años, han acumulado la evidencia
necesaria... evolución ha sido establecida de la manera más completa que la
ciencia puede establecer datos...” 6
No
es cierto. Un número creciente de científicos, que incluye a algunos que no son
cristianos, se oponen a la evolución. El astrónomo/matemático Sir Fred Hoyle
dice, “el mundo científico ha sido engañado para que crea que la evolución ha
sido comprobada. Nada podría estar más lejos de la verdad”. 7 El biólogo Michael Denton, autor del
libro Evolution: A Theory in Crisis [“Evolución, Una Teoría en Crisis”],
dice que la ciencia ha desacreditado tanto la evolución del modelo de Darwin,
que debe ser descartada. El profesor de matemática Wolfgang Smith llama a la
evolución “un mito metafísico...totalmente carente de apoyo científico”. 8
Colin
Patterson, paleontólogo principal del Museo Británico de Historia Natural
confesó, después de más de 20 años de estar involucrado, “No había una sola
cosa que yo sabía acerca de ella. Es chocante aprender que uno puede ser engañado
por tanto tiempo”. Patterson “empezaba a preguntar a otros científicos, diciéndoles
que le dijeran una cosa que sabían por cierto acerca de la evolución”.
Los biólogos del Museo Americano de Historia Natural en Nueva York se quedaron
sin palabras. Afirma Patterson:
“Probé haciendo la
pregunta a la Facultad de Geología del Field Museo de Historia Natural, y la única
respuesta que recibí fue silencio. Hice la pregunta a los miembros del
Seminario de Morfología Evolucionista en la Universidad de Chicago, un cuerpo
prestigioso de evolucionistas, y la respuesta fue un silencio muy largo, después
del cual una persona alzó la voz y dijo: “Yo sé una cosa, que eso no debe ser
enseñado en el colegio”. 9
No
obstante, en el juicio Edwards v. Aguillard, 482 U.S. 578 (1978), el
Tribunal Supremo [EE.UU.] declaró no constitucional enseñar en las escuelas públicas
el creacionismo, ni siquiera como una teoría al lado del darvinismo. Con razón
se quejan los evangélicos de que la evolución es enseñada como un hecho científico
en las escuelas públicas, pero también es enseñada así en las escuelas católicas.
10 En The Catholic World Report
[Reportaje Del Mundo Católico], Esteban F. Smith escribe, “en la escuela católica
aquí en la archidiócesis de Washington D.C., nos enseñaron la teoría de Charles
Darwin acerca de la evolución como si fuera la verdad del santo evangelio”. 11 El bioquimista Michael Behe dice
acerca del tiempo que pasó en escuelas católicas:
“Fui... enseñado que la vida... venía
de Dios, y... la predominante explicación científica de como lo hizo era la
teoría de Darwin de evolución. No vi ningún conflicto con la enseñanza de la
Iglesia”. 12
En su libro, The Blind Watchmaker
[El Relojero Ciego], el zoólogo Richard Dawkins de la Universidad de Oxford, un
evolucionista de renombre, llama a la biología “el estudio de cosas complicadas
que dan la apariencia de haber sido diseñadas con un propósito”. 13 ¡Por cierto! Una célula, la más pequeña
de las entidades vivas, podría contener 100.000 moléculas y tener 10.000
reacciones químicas interrelacionadas y simultáneas. ¡Las células no podrían
surgir por casualidad! Dawkins admite que cada célula contiene en su núcleo “una
base de datos dígitalmente codificado y más grande...que todos los 30 tomos de
la Enciclopedia Británica”. 14 ¡No puedes ni imaginar el factor de
probabilidad en contra de que se produzca por casualidad una enciclopedia de 30
tomos! Hablamos de una célula, y hay miles de millones de ellas en el
cuerpo humano, miles de tipos diferentes, ¡todas trabajando en una relación
increíblemente compleja y delicadamente equilibrada!
La probabilidad astronómica hace que
la evolución sea matemáticamente imposible. Hoyle calculaba que la probabilidad
de producir solamente los enzimas básicos al azar, se representan con la
cifra 1 sobre 1 seguido por 40.000 ceros. Por comparación, la probabilidad de
coger un átomo específico de todos los que hay en el universo se representa con
la cifra 1 sobre 1 seguido por 80 ceros. Aunque cada átomo fuera un universo,
la probabilidad de coger uno en particular de todos aquellos universos, no
llegaría a ser más de 1 sobre 1 seguido por 160 ceros. ¡Repito, la probabilidad
de que se produzcan solamente los enzimas básicos es 1 sobre 1 seguido
por 40.000 ceros! Pero los enzimas hacen cosas increíbles, lo cual complica
todavía más el tema de la probabilidad.
¿Por qué la sangre coagula solamente
en el lugar de la herida, y no dentro de las venas y arterias, y deja de
coagular cuando el cuerpo ya no sangra? ¡Imagina los miles de millones de
animales que hubieran muerto sangrando, antes de que ese increíble proceso de
coagulación se perfeccionara por casualidad! El sistema inmunitario es
todavía más maravilloso, dice Behe: “La complejidad del sistema es fatal a
todas las explicaciones del darvinismo”. 15 Y así es también con centenares de
sistemas vivos. Recuerda, estos sistemas complejos deben ser operativos para
tener valor; es decir, no podrían evolucionarse en fases.
En su excelente libro de 1996, Darwin's
Black Box [La Caja Negra de Darwin], Behe documenta la complejidad
incomprensible de la vida en su nivel básico: químico-celular; que tiene una
complejidad que Darwin no se imaginaba. Behe, que dice que la evolución “se
debe prohibir”, 16 derriba la teoría de Darwin,
ofreciendo múltiples ejemplos a nivel bioquímico de elementos complicadamente
diseñados e “irreduciblemente complejos” que no podían evolucionarse:
“[La evolución] no puede explicar el
origen de las estructuras bioquímicas tan complejas que fundamentan la vida. Ni
siquiera lo intenta...La conclusión de que hay diseño inteligente es algo que
se deriva de los datos mismos, no de libros sagrados ni creencias sectarias”.17
Apoyando al Papa, Donald Devine
escribe: “el hombre prehumano [así hablan] aparentemente existía durante
millones de años.. .Esto no es una refutación de la Biblia sino una confirmación
de ella, que hacía falta que Dios respirara el alma para que el hombre fuera
hombre”. 18 ¡El caso es lo contrario! La evolución teísta, que requiere que el
hombre tenga antepasados prehumanos (de los cuales nunca se ha hallado ninguna
evidencia), contradice no solamente el Génesis sino la Biblia entera.
Moisés dice que Dios formó a Adán
del “polvo de la tierra”, y luego formó a Eva de “una de sus
costillas” (Génesis 2:7; 18-22). No se puede reconciliar la idea de
antepasados prehumanos con este relato, y es un relato ratificado por
Jesucristo: “¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y
hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a
su mujer, y los dos serán una sola carne?” (Mateo 19:4-5). Cristo confirmó
así con esta cita lo que dice Génesis. San Pablo también testificaba acerca de
su veracidad cuando declaró que “Adán fue formado primero, después Eva” (1
Timoteo 2:13, ver también 1 Corintios 15:22, 45; Judas 14). No eran una pareja
de criaturas prehumanas en las cuales Dios sopló almas humanas.
Además de esto, el apóstol Pablo
dice que el pecado entró en el mundo por Adán, y la muerte por el pecado
(Romanos 5:12). Si Adán y Eva hubieran tenido antepasados que durante miles o
millones de años hubieran vivido y muerto, evolucionándose hasta que Dios los
humanizara, entonces la muerte habría estado operativa en la tierra antes del
pecado de Adán, lo cual es una contradicción clarísima de Génesis, la doctrina
de Cristo, la predicación de Pablo y el evangelio. (El Cardenal O'Connor de
Nueva York dice que quizás Adán y Eva fueran “animales inferiores”. 19)
La evolución, la “más gorda de las
vacas sagradas”, 20 ha sido una herramienta poderosa de
Satanás para persuadir a millones de que la Biblia no es fiable. Como dijo
Felipe Johnson, profesor de Derecho en la Universidad de Berkeley: “Todo el
propósito de la historia evolucionista de Darwin es... demostrarte que no
necesitas una inteligencia preexistente... [para] creación”. 21 Johnson sorprendió al mundo académico
en 1991 con su libro Darwin on Trial [“El Juicio de Darwin”]. Con la
precisión de un abogado veterano, destruyó el darvinismo y acusó a los evolucionistas
de “abandonar los informes verdaderos y precisos que la ciencia ha hecho
tradicionalmente, en su celo por extirpar y acabar con la religión...”. 22
¡El proceso de la evolución hubiera
llenado la tierra con miles de millones de fósiles de criaturas intermedias,
pero ni uno de estos “eslabones perdidos” ha sido encontrado! Imagina
los restos de los millones de pequeños incrementos de la evolución durante los
millones de años que hubieran sido necesarios para desarrollar cosas como
pulmones para reemplazar agallas, alas de donde no había nada, el estómago y el
sistema digestivo, los ojos, los riñones, el cerebro y sistema nervioso en todo
el cuerpo, la sangre, el esperma y el huevo en los mamíferos, el huevo y su cáscara
para las aves y los reptiles, etc. Se complica la imposibilidad cuando
consideramos que cada uno de estos sistemas es increíblemente complejo y no
podría evolucionarse gradualmente, sino que tendría que ser plenamente
operativo para sostener la vida y ayudar en la “supervivencia”, por ejemplo, el
sistema complicadísimo del radar de los murciélagos.
¿Cuántos millones de golondrinas de
mar (de Antártida) murieron hasta que la primera “aprendió” por casualidad cómo
navegar volando los miles de kilómetros del océano? ¿Cuántos salmones se
perdieron y nunca llegaron a su arroyo nativo para reproducirse antes de que
esta habilidad misteriosa se desarrollase? ¿Cuántas arañas murieron de hambre
hasta que por casualidad el mecanismo maravilloso para hacer telaraña apareció
de la nada, y quién enseñó a las arañas cómo emplear este invento? ¿Cuántos
huevos de toda clase de ave se pudrieron hasta que el instinto de incubarlos se
desarrolló? ¿Cómo fue aprendido y pasado a otras? Existen incontables imposibilidades acerca de
“la casualidad”.
La preocupación moderna en cuanto a
las especies en peligro es algo que contradice a Darwin. La evolución es algo
que elimina a los no aptos. Uno no puede creer en la evolución y a la vez
trabajar para la preservación ecológica de las especies. Como el último
producto de la evolución, el hombre debería borrar sin misericordia todos los
demás rivales para la supervivencia. Hay un sinfín de contradicciones.
En su último libro, Reason in the
Balance [“La Razón en la Balanza”], Felipe Johnson argumenta que solamente
la creación por Dios puede explicar la conciencia moral del hombre. La
naturaleza no tiene moral. El sentido humano de ética y moral desaprueba la
evolución. Si la evolución es verdad, debemos cerrar todos los hospitales,
quitar todos los medicamentos y dejar a los débiles morir. No puedes
reconciliar la benignidad y la compasión con la ley de la supervivencia del más
apto, que la evolución decreta.
Pero el hombre es impulsado por
conciencia y compasión, y éstas son evidencias de que él ha sido creado a la
semejanza de un Dios de santidad y amor. Rechazando la evidencia abrumadora de
diseño en el mundo alrededor suyo (Romanos 1:18-32), y rehusando obedecer las
leyes que Dios escribió en su conciencia (Romanos 2:14-15), el hombre ha caído
víctima de su propio egoísmo y ha sido presa de toda clase de maldad. No
obstante, Dios ama al hombre, y en amor y gracia Él vino a este mundo, nacido
de una virgen, como el Hombre perfecto e inmaculado, para que pudiera morir en
nuestro lugar y pagar la pena infinita que Su propia justicia demanda por el
pecado. Es sólo sobre esta base, la que
está establecida sobre el hecho de que Cristo pagó plenamente la paga del
pecado, y la aceptación que cada uno debe hacer de esta sustitución, que el
hombre puede llegar a ser nueva criatura en Cristo. ¡Estemos firmes sobre la
verdad del evangelio de Jesucristo y la Palabra de Dios que lo declara. Mantengámonos
con firmeza en contra de cada intento a diluir, pervertir o claudicar la verdad
de Dios!
Dave Hunt
1
El Papa Juan Pablo II, “Mensaje
a la Academia Pontifical de Ciencias”, L'Osservatore Romano (30 octubre,
1996), 3, 7.
2
Padre Edward Daschback,
S.V.D., “Catholics and Creationism”, Visitor (21 octubre, 1984), 3.
3
Vaticano II, Concilio
Vaticano II, Divina Revelación, (versión parafraseada por los Caballeros de
Colón), III.11e.
4
The American Atheist [El Ateo Americano] (1978), 19, citado en The
Christian News [El Noticiero Cristiano] (11 noviembre, 1996), 15.
6
New Catholic Encyclopedia [Nueva Enciclopedia Católica], vol. 5 (McGraw-Hill,
1967), 689.
7
George W. Cornell, “Scientist
calls Darwin evolution theory absurd” [Científico clasifica de absurda la teoría
de Darwin de la evolución], Times-Advocate (10 diciembre, 1982), A10.
8
Wolfgang Smith, Teilhard
and the New Religion [Teilhard y la Nueva Religión] (Tan Books, 1988), 242.
9
Thomas E. Woodward, “Doubts
About Darwin” [Dudas Sobre Darwin], Moody (Septiembre 1988), 20.
10
The Times Picayune (Florida, 25 octubre, 1996), A-30.
11 Stephen F. Smith, “Is Darwinism A Religion?” [¿Es
el Darvinismo una Religión?], The Catholic World Report (diciembre
1996), 50.
12
William Bole, “Of
biochemistray and belief” [La bioquímica y la fe], Our Sunday Visitor
[Nuestro Visitante del Domingo] (1 diciembre, 1996), 6.
13
Richard Dawkins, The
Blind Watchmaker [El Relojero Ciego] (Inglaterra: Longman 1986), 1.
15
Michael J. Behe, Darwin's
Black Box: The Biochemical Challenge to Evolución [La Caja Negra de Darwin:
El Reto Bioquímico a la Evolución] (The Free Press, 1996), 139.
17
Behe, op. cit., 192-93.
18
Donald Devine, Human
Events [Eventos Humanos] (13 diciembre, 1996), 19.
19
Los Angeles Times (30 noviembre, 1996), B13.
20
Doug Bandow, “Fossils and
Fallacies” [Fósiles y Falacias], National Review (29 abril, 1991), 47.
21
Russel Schoch, “The
Evolution of a Creationist” [La Evolución de un Creacionista], California
Monthly (noviembre 1991), 22.
22
The Catholic World Report [El Reportaje Del Mundo Católico] (diciembre 1996),
50.