Poesía de Félix María de Samaniego (1745-1801)
Ilustra la situación de aquellos que dejan de servir al Señor y vivir por fe, y en busca de la vida más cómoda y segura, aceptan que le paguen un sueldo, y así quedan domesticados y con dueño humano.En busca de alimento
Iba un Lobo muy flaco y muy hambriento.
Encontró con un Perro tan relleno,
Tan lucio, sano y bueno,
Que le dijo: «Yo extraño
Que estés de tan buen año
Como se deja ver por tu semblante,
Cuando a mí, más pujante,
Más osado y sagaz, mi triste suerte
Me tiene hecho retrato de la muerte.»
El Perro respondió: «Sin duda alguna
Lograrás si tú quieres, mi fortuna.
Deja el bosque y el prado;
Retírate a poblado;
Servirás de portero
A un rico caballero,
Sin otro afán ni más ocupaciones
Que defender la casa de ladrones.»
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