En Rut 1:1 Elimelec respondió a las circunstancias difíciles abandonando la tierra que Dios le había dado, y yendo a la tierra pagana de Moab, sólo porque ahí estaría más cómodo. Su decisión y hecho ilustran a las personas que no viven por fe. Su vida es una serie de reacciones cómodas y tal vez "lógicas" o convenientes a sus circunstancias, pero carecen de la guía del Señor.
En su libro Fe Auténtica A. W. Tozer escribió:
De la misma manera que un bebé no tiene propósito, veo que el cristiano inmaduro tampoco lo tiene. Vive para la siguiente lección. Quiere saber dónde estará el buen predicador, y va a escucharle. Quiere enterarse de dónde cantará ese coro tan estupendo, y va, se sienta y halaga su inmadurez escuchando a los mejores cantantes que encuentre. O bien quiere saber dónde se reúne el mayor número de personas y la multitud le carga las baterías. Aquí no hay propósito alguno; nunca entró y cayó de rodillas para decir: 'Dios, ¿para qué he nacido y por qué he sido redimido? ¿Qué sentido tiene todo?' Su vida carece totalmente de propósito."
Dios podía haber guiado y bendecido a Elimelec como seguramente quería hacer. Salmo 25:12-13 declara; "¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger. Gozará él de bienestar". Pero Elimelec no se dejó enseñar y en lugar de bendición halló muerte. Muchos todavía tienen que aprender como élo, por la dura experiencia de pérdidas y lágrimas, la verdad de Jeremías 10:23 dice: "Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos". Hermanos, Santiago 1:5 todavía está en el Libro. "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios". Pero no le vemos a Elimelec orando y pidiendo el consejo y la guía de Dios. Santiago 4:15 nos enseña cómo debemos proceder: "...deberíais decir, si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello".
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