jueves, 31 de julio de 2008

EL ADIVINO


Un amigo mío viajaba en tren. Cinco de las nueve personas en el vagón comenzaron a jugar a las cartas con una baraja francesa/americana. Invitaron a los demás a unirse a ellos y jugar, pero todos rehusaron. Vieron a mi amigo mirando y le dijeron: “Usted sabe jugar. Venga y juegue”.
“Sí, una vez sabía cómo jugar, pero hace muchos”, respondió. Pensando que podrían ganar su dinero, siguieron animándolo hasta que al final dijo: “No puedo jugar, pero puedo decirles su futuro”. Intrigados por esta oferta, le animaron a hacerlo. “Si en verdad lo desean, pero les advierto que puede que no sea muy agradable”. Insistieron, así que él dijo: “Denme el cinco de picas”. Se la dieron. “Necesitaré una cosa más, si no les importa”. Al preguntarle qué era, la respuesta fue: “una Biblia”, pero dijeron que no tenían ninguna. “No, pero en el pasado cada uno de ustedes la tenía”, dijo el adivino, “y de haber seguido sus preceptos, no serían lo que hoy son. Pero tengo una conmigo”. Al sacar la Biblia de su bolsillo, sintió que ellos hubiesen estado más contentos si él hubiera sacado una pistola.
El adivino comenzó: “¿Ven las dos picas de arriba en esta carta? Ellas representan sus dos ojos. La del medio representa su boca, y estas otras dos de abajo representan sus rodillas. Ahora bien, en Apocalipsis 1:7 leemos: ‘He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá’. Aquí habla de Jesús, que una vez estuvo rojo con Su sangre derramada por pecadores como ustedes y yo. Los ojos son los ojos de ustedes, que le verán cuando estén delante de Él para ser juzgados. Éste es el futuro de sus ojos”. Entonces, continuó: “Respecto a su boca y sus rodillas, leemos: ‘para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre’
Ellos ya habían oído más de lo que querían, pero él continuó: “Ésta sólo es la primera lectura de esta carta. Ahora la segunda: Estas cinco picas representan cinco palas que puede que dentro de poco caven los fosos de ustedes cinco pecadores. Entonces sus almas estarán en el infierno clamando en agonía con gran añoranza de una sola gota de agua.
Después de una pausa en silencio, dijo: “Yo sin duda era peor que todos ustedes, y ustedes se escaparán de esta terrible fortuna si hacen lo que yo hice. Con los ojos vi que Jesucristo había muerto en una cruz por mí, llevando mi condenación. Mi lengua le confesó como Señor, y mis rodillas se doblaron a Él en humilde sumisión. Si hacen esto, puedo predecirles lo contrario de todo lo que he dicho anteriormente”. Entonces, el tren paró y aquellos cinco hombres salieron corriendo como si estuviera ardiendo el vagón.
Años después, mi amigo fue saludado por alguien que le deseó “buenas noches”. “Son buenas noches si usted tiene todos sus pecados perdonados”, él respondió.
“Me alegro de ver que usted todavía adivina el futuro”, dijo el extraño. Mi amigo le aseguró de que él no hacía nada así, pero el hombre insistió. “Usted me dijo el futuro hace más de diez años”, y le recordó aquel viaje en tren.
“¡Ah! Recuerdo” dijo. “¿Le dije la verdad?” El hombre le dijo que tres palas ya habían cavado tres fosos de los cinco, y que el cuarto hombre estaba ansioso de ser salvo de la fortuna que le había sido declarada. Curioso, mi amigo pregunto: “¿Y usted?”
“Cuando usted nos encontró, mi madre acabó de morir. Las últimas palabras que ella me dijo eran éstas: ‘He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá’. Cuando usted citó estas mismas palabras, no me lo podía creer. Intenté ahogarlas con bebida, pero continuamente escuchaba: ‘todo ojo le verá’. Un día paré en la calle para escuchar a algunos que cantaban, y uno de ellos se puso a predicar, diciendo: ‘He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá’. Fue más de lo que podía soportar. Aquella noche mis ojos vieron a Jesucristo como mi Salvador, entonces doblé mis rodillas en sumisión a Él y con mi lengua le confesé como mi Señor.
(Filipenses 2:10-11). – W.L.

“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10,13).

jueves, 22 de mayo de 2008

Mensaje Australiano A Los Musulmanes

SYDNEY, dic 28 '07 (Sun Times) - El primer ministro australiano, John Howard, dijo el miércoles a los musulmanes que quieran vivir bajo la Sharia islámica que se marchen de Australia, en momentos en que el gobierno se encuentra aislando a posibles grupos radicales que podrían lanzar ataques terroristas contra el pueblo de esa isla-continente en un futuro.

Asimismo, Howard despertó la furia de algunos musulmanes australianos cuando dijo que le ha dado todo su apoyo a las agencias de contrainteligencia australianas para espiar a las mezquitas que hay en la nación.

'Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos', expresó con firmeza el mandatario. 'Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos'.

'Nuestra cultura se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad', agregó Howard. - 'Aquí hablamos inglés fundamentalmente', dijo el primer ministro en un momento de su enérgico discurso. 'No hablamos árabe, chino, español, ruso, japonés ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!'

El mandatario continuó diciendo que la mayoría de los australianos son cristianos. 'Esto no es un ala política ni un juego político. Se trata de una verdad, de hombres y mujeres cristianos que fundaron esta nación basados en principios cristianos, lo cual está bien documentado en todos nuestros libros. Por lo tanto, es completamente adecuado demostrar nuestra fe cristiana en las paredes de las escuelas. Si Cristo les ofende, entonces le sugiero que busquen otra parte del mundo para vivir, porque Dios y Jesucristo son parte de nuestra cultura'.

'Toleraremos vuestras creencias, pero tienen que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros', advirtió Howard. 'Este es nuestro país, nuestra patria, y estas son nuestras costumbres y estilo de vida. Permitiremos a todos que disfruten de lo nuestro, pero cuando dejen de quejarse, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestro compromiso nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida. Les recomiendo encarecidamente que aprovechen la gran oportunidad de libertad que tienen en Australia. ¡Aquí tienen el derecho de irse a donde más les convenga!'

'A quienes no les guste cómo vivimos los australianos', prosiguió Howard. 'Tienen la libertad de marcharse. Nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron emigrar aquí, así que ya es hora de que acepten al país que los aceptó'.

----- Mensaje reenviado ---- De: P. Neuhaus
Me ha parecido muy interesante, y más en estos tiempos que corren. [http://mail.yimg.com/us.yimg.com/i/mesg/tsmileys2/47.gif]

sábado, 3 de mayo de 2008

CRISTIANO, SÉ EJEMPLO

Por H. A. IRONSIDE

“Cuando edifiques una casa, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno. No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña. No ararás con buey y con asno juntamente. No vestirás ropa de lana y lino juntamente. Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras....”—Dt. 22:8-12.

“Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul”
—Nm. 15:37-38.

El Apóstol Pablo nos puso ejemplo de sacar lecciones espirituales de algunas de estas normas del Antiguo Testamento, las cuales quizá no consideremos tan importantes en nuestro día.

Cuando él habla del apoyo de los obreros cristianos, va a Deuteronomio para encontrar un texto, y selecciona uno que quizá nosotros pensemos que no tiene ninguna aplicación real con el tema que estamos tratando—efectivamente, un texto muy peculiar: “No pondrás bozal al buey cuando trillare” (Dt. 25:4).

Naturalmente, puede que preguntemos: ¿Qué tiene que ver esto con la cuestión del apoyo de un obrero del Evangelio? Pero Pablo lo usa, no para enseñar consideración por las criaturas que se esfuerzan con tanta paciencia en servir al hombre, aunque esto lo enfatiza claramente la Escritura, sino más bien para mostrarnos nuestra responsabilidad de cuidar de las necesidades temporales de los obreros espirituales para que tengan libertad llevando a cabo su labor sin ansiedad por las cosas terrenales.

En Proverbios leemos:“El justo cuida de la vida de su bestia; Mas el corazón de los impíos es cruel” (Pr. 12:5).

Un hombre que se convirtió dio su testimonio respecto a esto en una reunión pública. Cuando terminó, su mujer se levantó y dijo: “Amigos, si cualquiera de los presentes duda del testimonio de mi marido, debe venir a nuestra granja. Antes de convertirse, cada vaca, cada caballo, y cada perro, huían de él, por ser tan vicioso y por pegarles tan cruelmente; ahora, todos los animales corren a él”. Toda la actitud del hombre hacia las criaturas de la granja cambió.

Pero el Apóstol Pablo dice que esto no sólo se escribió para los bueyes, sino para nuestro beneficio. El buey que trilla es una ilustración hermosa del siervo de Cristo —“trillando” la verdad que alimenta el alma, la Palabra de Dios, para poder pasárnosla a nosotros.

Ahora imagínate al buey trillando y sirviéndose sobre la marcha de un poquito para sí mismo de vez en cuando. Dios dice que los que predican el Evangelio deberían vivir del Evangelio.

Muchas iglesias olvidan esto. Se contentan con tener siervos de Cristo que les ministren la Palabra de Dios de año en año, y no se dan cuenta en lo más mínimo de sus necesidades. Son como el diácono que oró: “Señor, bendice a nuestro pastor; consérvale humilde, y nosotros le conservaremos pobre”.

El uso que el apóstol da a este texto sugiere muchos textos que se aplican a condiciones pasadas, que, después de todo, contienen sugerencias escondidas para nosotros.

SWORD of the LORD (“Espada del Señor”), 19 de abril de 1996, traducido por Carlos Tomás Knott.