procesión en Madrid en 2018
Cierto es que el verdadero Jesucristo, Hijo del Dios Altísimo, tiene gran poder, pues Él es creador de los cielos y la tierra. Pero NO es en absoluto representado por una imagen llamada "El Cristo del Gran Poder" o como suelen abreviar: "El Gran Poder". Observa la cruz rota de ese "Cristo" cuando chocó con un semáforo que no pudo evitar. No lo pudo evitar porque no pueden andar, sino que tienen que llevarlo. Ni pudo avisar a los que le llevaban, "¡Ojo con el semáforo!", porque no lo vio, pues no puede ver, ni tampoco puede hablar. No pudo prevenir que se rompiera, ni pudo repararla pues tuvo que suber un mero hombre a repararla en plena procesión. De ahí quizás se le podría decir: "El Cristo de la cruz rota".
Esto simboliza el error y la vana esperanza de los que persisten en hacer y rendir culto a las imágenes, cosa que Dios tajante y explícitamente prohíbe. En los Diez Mandamientos Dios ordena así: "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás..." (Éxodo 20:4-5).
Años después, Dios inspiró al profeta Isaías para denunciar y describir la vanidad de los hacedores de imágenes, y cómo los preparan para llevar a cuestas.
"Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate. El carpintero animó al platero, y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena está la soldadura; y lo afirmó con clavos, para que no se moviese" (Isaías 41:6-7)
Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una. El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha? (Isaías 44:9-20).
¿Qué poder pueden tener unos "santos" o un "Cristo" que es como la Biblia describe a los ídolos? Los católicos dicen que las imágenes suyas no son ídolos, pero se equivocan. Lee la descripción Bíblica, la que Dios da, de qué es un ídolo.
Salmo 115:4-8
4 Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres.
5 Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven;
6 Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen;
7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta.
8 Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.
Por eso los que hacen y rinden culto a imágenes no entienden la verdad, porque como las imágenes, ellos tampoco ven ni oyen ni razonan.
Pero ese Cristo no tiene poder. Esos santos y vírgenes no tienen poder. El verdadero Señor Jesucristo, encarnado, crucificado, resucitado y ascendido, vive y puede perdonar completamente a todos los que por Él se acercan a Dios. Pero no es representado por ninguna imagen. El apóstol S. Pablo declaró públicamente cuál es la doctrina apostólica acerca de las imágenes:
Hechos de los Apóstoles 17:24-25
"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas".
Hechos de los Apóstoles 17:29-30
"...no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan".
¿De qué deben arrepentirse? De sus pecados, por supuesto, pero en el contexto cercano es el pecado de hacer imágenes y honrarlas. Los que se quedan con sus imágenes, no tienen perdón, y sus imágenes no tienen poder para salvarles. Solo el Señor Jesucristo, vivo y poderoso, puede perdonar y salvar.
"Cristo, poder de Dios y sabiduría de Dios"
1 Corintios 1:24