sábado, 10 de julio de 2021

Advertencia A Los Enemigos De Israel

Hacerse enemigo de Israel es un pecado y error fatal.

Cuando Dios dio claras promesas al patriarca Abraham, le prometió así: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré” (Génesis 12:3). El pacto de Dios con Abraham y su descendencia fue unilateral, es decir, que solo Dios actúa y se compromete en ese pacto. No depende de Abraham ni sus descendientes. No tienen obligación en este pacto. Por eso, esas promesas no caducan y no pueden ser invalidadas. Esto es un aviso a las naciones, los políticos y los activistas – cualquiera que maldiga a Israel o sea su enemigo. Serán malditos por Dios. La historia de la humanidad demuestra que es así – son muchas las ruinas, los destrozos, y muchos los muertos de los que maldijeron y atacaron a Israel.

La promesa divina no caducó cuando murió Abraham, sino pasó de él a Isaac (no Ismael), y de Isaac a Jacob (no Esaú): “Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren” (Génesis 27:29).

A la nación de Israel salida de Egipto Dios prometió: “Seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren” (Éxodo 23:22). ¿Quieres tener a Dios por enemigo? La manera más segura de conseguirlo es hacerte enemigo de Israel. La historia demuestra sobradamente que es así. Pero, ¡parece que hoy las naciones quieren apuntarse a la lista de los afligidos!

Balac, rey de Moab, trajo a Balaam a sueldo para maldecir a Israel, pero éste no pudo. “¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?” (Numéros 23:8). ¡Buenas preguntas!, y las naciones del mundo, especialmente las del medio oriente como Irán, por ejemplo, deberían reflexionar y arrepentirse. Cometen el error de maldecir al que Dios no maldijo, y execran al que Dios no ha execrado.  Balaam terminó repitiendo la promesa divina dada a Abraham, Isaac y Jacob y sus descendientes. “Benditos los que te bendijeren, y malditos los que te maldijeren” (Números 24:9).

    Naciones como Amalec – Edom – Asiria – Babilonia, existen principalmente en museos y libros de historia. Egipto, que antes era una gran potencia en el mundo es un pueblo bajo y débil.

    En el tiempo del imperio persa, el malvado Amán intentó exterminar a los judíos, pero Dios usó la intervención de Ester, y el rey Asuero (Jerjes) ahorcó a Amán y también a sus hijos, y dio su casa a los judíos. Decretó que los judíos tienen derecho a defenderse. En eso fue más justo que algunas naciones hoy que quieren que Israel no responda a los crueles ataques de los islamistas. Los persas modernos, Irán, no han aprendido nada de la historia.

Copia sellada del Edicto de Granada
     Luego la España medieval bajo los reyes católicos, Fernándo II de Aragón e Isabel I de Castilla, publicó el Edicto de Granada en expulsó y desterró a los judíos (31 marzo, 1492). Comenzó  a perder su potencia militar, imperio y riquezas. La destrucción de su “Armada Invencible” en 1588 es un ejemplo. En el Siglo 17 Cataluña y luego Portugal se rebelaron.  Luego Napoleón invadió y de 1808 a 19814  Francia gobernó a España. En 1898, tras la breve guerra hispano-estadounidense, España perdió Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam.
 

   Alemanía bajo los Nazis quiso culpar a los judíos de todos los males en el mundo e intentó exterminarlos. Eichmann, Hitler, Himler y muchos otros siguieron la teoría de la raza superior y la raza inferior. Cruelmente mataron a millones de judíos. y muchos otros huyeron y perdieron todo. Pero el "imperio" se deshizo, el "Vaterland" fue atacado y conquistado, sus ciudades destruidas por bombardeos, y ejércitos invasores ocuparon y dividieron su país.

    El caudillo bolivariano Hugo Chavez, cuando gobernaba Venezuela (1999-2013), dio a conocer su antisemitismo. En 2006 expulsó de Venezuela al embajador de Israel.  El 2 de julio de 2010 declaró públicamente su odio en la televisión VTV (Venezolana de Televisión): “Aprovecho para condenar de nuevo, desde el fondo de mi alma y de mis viseras, al estado de Israel. ¡Maldito sea el estado de Israel! ¡Maldito sea! ¡Terroristas y asesinos! ¡Y viva el pueblo palestino!” * En 2013 murió de cáncer de las entrañas (cáncer colorrectal). El pacto de Dios declara:
"a los que te maldijeren maldeciré”, y Hugo Chavez murió maldito.

* enlace para ver la denuncia de Chávez

Mapa árabe - falta Israel
La enemistad los musulmanes y la nación de Israel es conocida en todo el mundo. Pero, ¿sabías que en algunos mapas de países islámicos no aparece la nación de Israel? No es una "teoría de conspiración", sino una verdadera conspiración comprobada. Es fruto y síntoma del odio musulmán. Las naciones árabes y musulmanas por lo general ni siquiera reconocen su existencia, porque no desean permitir que esté ahí. Enseñan a los niños desde su infancia que la tierra pertenece a “Palestina” y que los judíos se lo han quitado sin derecho. Aprenden a odiar a Israel y a luchar contra “el sionismo”. “Palestina” es la antigua palabra latina para “Filistea” – tierra de los filisteos – puesto por los romanos para fastidiar a los judíos cuando conquistaron a Israel. No hay una raza ni grupo étnico llamado “palestino”, pues proceden de los países árabes alrededor de Israel. Los turcos en el Imperio Otomano, y luego los ingleses en el Mandato Británico de Palestina, rehusaron reconocer el derecho de los judíos a vivir en su tierra. Hoy la organización conocida como “Naciones Unidas”  tampoco apoyan los derechos de Israel. Hasta el año , el Estado de Israel ha sido condenada en 45 resoluciones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC). Desde la creación de la UNHRC en 2006, ha producido casi más resoluciones condenando a Israel que resoluciones acerca de todo el resto del mundo. Tiene un prejuicio desvergonzado. Sin embargo Dios dio la tierra a Israel, y no ha cambiado de opinión. Con poquísimas excepciones las naciones han desechado y maltratado a Israel

 Pero Dios declara lo siguiente en lenguaje inconfundible: Israel es su nación para siempre.

   “Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre: Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente. Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová” (Jeremías 31:35-37).

    · Dios no ha desechado a Su pueblo.
    “¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera” (Romanos 11:1).
    “No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció” (Romanos 11:2)
    ¿Qué parte de “en ninguna manera” no entienden?

    · Dios (no la Declaración Balfour, ni las Naciones Unidas) ha dado toda la tierra de Israel a Su nación para siempre.
    “Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre” (Génesis 13:15).
    “Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos” (Génesis 17:8).

“...daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua” (Génesis 48:4).

“...daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre” (Éxodo 32:13).
    “¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?” (2 Crónicas 20:7).
    “He aquí que Jehová hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra. Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada” (Isaías 62:11-12).
    “...para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme” (Isaías 60:21).
    “la tierra que di a vuestros padres para siempre” (Jeremías 7:7).
    “la tierra que os dio Jehová a vosotros y a vuestros padres para siempre” (Jeremías 25:5).

    Así que, arrepentíos de ser enemigos de Israel, y desistid, porque si no, seguramente apareceréis en la lista de los destruidos y arruinados porque se opusieron a la nación que Dios eligió. Sobre esto no hay diálogo ni regateo. No caben las opiniones. El único punto de vista que importa es el de Dios, y lo ha declarado en Su Palabra inerrante. Hay que creer a Dios, y someterse a la voluntad de Dios, o sufrir las consecuencias.

    “Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros, y el descanso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos y mis compañeros diré yo: La paz sea contigo” (Salmo 122:6-8). 

Carlos Tomás Knott



 

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