por Warren W. Wiersbe
Encontramos nueve veces en Levítico que Dios recuerda a su pueblo que Él los había liberado de Egipto y que, por tanto, merecía su obediencia (Lv. 11:45; 19:36; 22:33; 23:43; 25:38, 42, 55; 26:13, 45). En Deuteronomio, Moisés enfatiza que su amor al Señor debería motivar su obediencia por todo lo que Él había hecho por nosotros.
Debemos señalar que este pacto de bendición fue dado a Israel solo y no debería ser aplicado a la igleisa hoy. Dios ciertamehnte bendice a todos los que le obedecen, pero su bendición no es siempre salud, riqueza y buen éxito. Algunos de los grandes héroes de la fe sufrieron a causa de su obediencia y nunca experimentaron milagros de liberación u otra provisión de parte del Señor (He. 11:36-40). Dios ha permitido que millones de cristianos cayeran en manos de sus enemigos y fueran martirizados por su fe. Este pacto se relaciona solo con Israel en su tierra, y era la manera de DIos de enseñarles fidelidad y obediencia.
A algunos de los "predicadores de éxito" de hoy les gusta reclamar estas "bendiciones" del pacto para la iglesia, pero prefieren aplicar los juicios a cualquiero otro. Si este pacto se aplica a los hijos de Dios hoy, deberíamos entonces estar experimentando los juicios cada vez que le desobedecemos. Sin embargo, la experiencia nos muestra que más de un cristiano mundano es exitoso, saludable y rico, mientras que otros fieles hijos de Dios andan pasando por pruebas y dificultades (ver Sal. 73).
de su libro sobre Levítico: Seamos Santos,
Editorial Portavoz, págs. 129-130
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