por el Dr. Renald Showers (1935-2019)
Son tiempos de humanismo, inestabilidad, guerras y falsos profetas y “Cristos”. Desde el huerto de Edén el hombre ha rechazado el gobierno de Dios, y ahora parece que está llegando a su punto más frenético. El ser humano se empeña en demostrar que sin Dios puede gobernar el mundo con orden y sentido. Afirma que el gran propósito de todo es la gloria y exaltación del hombre. Su manía antropocéntrica no solo causa que rehúsa someterse al reino de Dios, sino le hace incapaz de someterse (Romanos 8:7).
Su orgullo y su rechazo del gobierno de Dios le impulsan a hacer cosas opuestas a lo que Dios ha ordenado. Dios ordenó la pena de muerte para homicidas, pero el hombre intenta abolirla. Dios estima y valora la vida humana porque hizo al hombre a Su imagen, pero el hombre destruye a millones a través de abortos. Dios instituyó el matrimonio y ordenó que fuese permanente, pero el hombre practica el divorcio y sugiere que el matrimonio sea abolido. Dios demanda la justicia en la sociedad – la protección de los inocentes y el castigo de los criminales, pero el hombre disculpa y aun sostiene a los criminales a expensas de los inocentes. Dios ordena que la familia sea un lugar para nutrir a futuras generaciones, pero el hombre propone que el gobierno reemplaza la familia. Dios declara que el temor del Señor es el principio de la sabiduría, pero el hombre prohíbe cualquier mención de Dios en las escuelas. Dios instituyó los absolutos morales para gobernar al hombre, pero el hombre dice que la utopía solo vendrá si rechaza esos absolutos. Dios ordenó las apariencias distintas y papeles distintos entre hombres y mujeres, pero el hombre intenta borrar todo eso. Dios proveyó para el sexo dentro del matrimonio de un hombre y una mujer, pero el hombre pervierte el sexo mediante la pornografía, la fornicación, el adulterio y la homosexualidad. Dios hizo al hombre para que hallara solo en Él su verdadero sentido y propósito en la vida, pero el hombre busca estas cosas en las drogas, el alcohol, el ocultismo, el materialismo, la filosofía, la astrología, las sectas, la meditación transcendental, la fama y el poder ... Habiendo rechazado a propósito la verdad de Dios, el hombre adora y sirve a sí mismo en lugar del Creador.
Renald Showers, The Most High God (“El Dios Altísimo”), Friends of Israel Gospel Ministry
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