Mateo 6:22-23 "La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?"
Jesús veía que sería difícil para Sus seguidores ver cómo
podría funcionar Su nada convencional enseñanza sobre la seguridad para
el futuro. De modo que usó una analogía del ojo humano para enseñar una
lección acerca de la percepción espiritual. Dijo que el ojo es la
lámpara del cuerpo. Es por medio del ojo que el cuerpo recibe
iluminación y puede ver. Si tu ojo es sano (RVR77 margen), todo tu
cuerpo queda inundado de luz; pero si tu ojo es maligno, entonces la
visión queda dañada. En lugar de luz, lo que hay es tinieblas.
La aplicación es como sigue: El ojo sano pertenece a la persona que tiene motivos puros, que tiene un deseo sencillo por los intereses de Dios, y que está dispuesto a aceptar literalmente las enseñanzas de Cristo. Toda su vida está llena de luz. Cree las palabras de Jesús, abandona las riquezas terrenales, guarda sus tesoros en el cielo y sabe que ésta es su única y verdadera seguridad. Por otra parte, el ojo maligno pertenece a la persona que está tratando de vivir para dos mundos. No quiere soltar sus tesoros terrenales, pero quiere también tesoros en el cielo. Las enseñanzas de Jesús le parecen imprácticas e imposibles. Carece de una guía clara, porque está lleno de tinieblas.
La aplicación es como sigue: El ojo sano pertenece a la persona que tiene motivos puros, que tiene un deseo sencillo por los intereses de Dios, y que está dispuesto a aceptar literalmente las enseñanzas de Cristo. Toda su vida está llena de luz. Cree las palabras de Jesús, abandona las riquezas terrenales, guarda sus tesoros en el cielo y sabe que ésta es su única y verdadera seguridad. Por otra parte, el ojo maligno pertenece a la persona que está tratando de vivir para dos mundos. No quiere soltar sus tesoros terrenales, pero quiere también tesoros en el cielo. Las enseñanzas de Jesús le parecen imprácticas e imposibles. Carece de una guía clara, porque está lleno de tinieblas.
William MacDonald, de su Comentario Bíblico (CLIE)