1. Papá Noel existe y
vive en el polo norte.
2. Tiene arces que vuelan y le llevan a visitar las casas durante noche buena.
3. Hubo tres reyes magos y uno era negro.
4. Los reyes magos traen regalos a los niños buenos.
5. Jesucristo nació el 25 de diciembre y desea que celebremos Su nacimiento, decorando nuestras casas, comprando regalos, hartándonos de comidas y licores en los que hemos derrochado el dinero, cantando villancicos, con envíos masivos de cartas y tarjetas, y haciendo llamadas telefónicas para desear “felices pascuas” a todos.
6. Los apóstoles y los demás cristianos de los tiempos del Nuevo Testamento celebraron navidad como parte de la fe cristiana una vez dada a los santos.
7. El árbol de navidad es una costumbre cristiana.
8. Si has sido malo los reyes magos te darán carbón.
9. Tus padres nunca te dirían una mentira.
10. Todo esto lo celebramos porque amamos a Jesucristo y deseamos hacer sólo Su voluntad y agradarle con todos nuestros hechos.
En Su Palabra, la Sagrada Biblia, nuestro Señor ha dado a los creyentes solamente una celebración. En 1 Corintios 11:23-26 leemos lo siguiente:
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
¡Ésta la fiesta que hemos de guardar! A fin de cuentas realmente no importa lo que yo pienso, lo que tú piensas, ni lo que nadie más piensa, con respecto a la Palabra de Dios. Lo importante es lo que Dios piensa, y Él nos lo ha dicho en Su Palabra. No mires lo que hacen los demás, porque no se descubre la voluntad de Dios de esta manera. ¡Lee Su Palabra!
Si te importa tan poco lo que Dios dice en Su Palabra, y tanto lo que tú quieres y opinas, pues al menos ten la dignidad y honradez de decir que lo haces porque quieres, porque te apetece, porque la familia te obliga, porque los demás lo hacen, o incluso porque eres esclavo a la tradición y no puedes cambiar, o lo que sea, pero no digas que es en nombre de Cristo, porque esto es casi tomar en vano el nombre de Dios.