miércoles, 2 de septiembre de 2020

La Cometa

 por John Newton




Una vez una hermosa cometa
Subió a una gran altura,
Y ahí en su elevación,
Expresó su autoadmiración:
"Mira cómo las gentes abajo me miran
Vuelo tanto alto y todos me admiran;
¡Qué bueno si solo pudieran saber
Lo que una cometa como yo puede hacer!
Si estuviera libre, tanto más arriba volaría,
Que más allá de todas las nubes me verían,
Pero, ¡ay, estoy preso y no hago lo que quisiera,
Porque atado estoy por una cruel cuerda;
Como las majestuosas  águilas subiría,
Pero no puedo, pues me impide esta cuerda."
Y mientras hablaba, tiraba con su poder,
Para librarse, y consiguió la cuerda romper.
Libre de su atadura
En vano buscaba más altura;
Su propio peso no soportaba,  
Y descendía mientras aleteaba,
Incapaz su rumbo de controlar,
Los vientos los tiraron en medio del mar.
¡Cometa insensata, no tenías alas!
¿Cómo ibas a volar sin esa cuerda?
 
Mi corazón respondió: “¡Oh, Señor, veo
Que como aquella cometa soy yo!
Olvido que vivo solo por Tu mano,
Y me impaciento de Tu gobierno;
¡Cuántas veces quería romper las cuerdas
Que Tu, todo sabio, para mi bien asignas!
¿Cuántos vanos deseos he entretenido
De más y mejor que me has permitido?
Y si no fuera por divina gracia y amor,
Me hubiera caído a un estado peor”.



  Traducido por Carlos Tomás Knott


             


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