martes, 12 de julio de 2016

LA PSICOLOGÍA Y LA IGLESIA EVANGÉLICA (2)

por T. A. McMahon, The Berean Call 

parte 2
 
     ¿Cuál es la influencia que tiene la psicoterapia en la iglesia? Sería raro encontrar un sermón sin influencias de psicología. Una típica iglesia de ésta clase sería la iglesia de Willow Creek cerca de Chicago, cuya influencia es nacional e internacional a través de sus 10,000 miembros y su asociación con otras iglesias. Un investigador de los métodos utilizados para el crecimiento de iglesias que dedicó un año observando la iglesia de Willow Creek tuvo ésta observación. "El Pastor Bill Hybels no solamente enseña principios psicológicos, pero muy a menudo usa éstos principios como guías de interpretación para su explicación de las escrituras... como por ejemplo... El Rey David tenía una crisis de identidad, el apóstol Pablo recomendó a Timoteo a hacerse un análisis  a sí mismo, y Pedro tenía un problema con sus limitaciones. La intención y el resultado de todo esto son que los principios psicológicos son por lo general integrados en las enseñanzas de Hybels. El popular libro de Rick Warren llamado: "Una Vida con  Propósito" contribuye a la aceptación de la psicología en la iglesia cuando incluye ridículas afirmaciones como "Sansón tenía el problema de dependencia" y "la debilidad de Gideón era que tenía un nivel inferior de apreciación de su persona y también tenía profundas inseguridades.
      ¿Quiere decir esto que la psicología está influenciando al Cristianismo? Puede que sea así ya que a la iglesia se le ha vendido tres ideas erróneas:

1) La psicoterapia es un procedimiento científico;

2) La consejería puede ser dada sólo por profesionales;

3) La psicología cristiana reconcilia la ciencia y la fe.

     Tratemos de analizar cada uno de éstas ideas. Primero, la psicoterapia no es un procedimiento científico. En el libro titulado "El Fin de la Psicología Cristiana" los escritores Martín y Deidre Bobgan observaron lo siguiente: "Tratando de evaluar la condición de la psicología, la Asociación Psicológica Americana nombró al Dr. Sigmund Koch para que organice y dirija un estudio que era financiado por la Fundación de Ciencias Naturales.  Este estudio involucraba ochenta eminentes intelectuales profesionales que analizaron las realidades, teorías y métodos de la sicología.  Los resultados de este procedimiento intensivo fueron publicados en Siete Volúmenes titulados "Psicología: El Estudio de una Ciencia" El Dr. Koch al ver los resultados finales de éste grupo de profesionales llega a la siguiente conclusión: "Yo creo que ya está todo bien claro y finalmente se puede decir que la psicología no puede ser una ciencia coherente".
      El Dr. Karl Popper, considerado como uno de los más grandes filósofos de la ciencia, después de haber finalizado un estudio completo de la psicoterapia declaró: "aunque pasando por ciencia (la psicoterapia) tiene en realidad más en común con mitos primitivos que con ciencia y se asemeja más a la astrología que a la astronomía".
      Segundo, la consejería no es sólo para profesionales. La psicoterapia, gracias a Freud y a algunos otros con conocimiento médico, tienen términos y conceptos que falsamente dan la impresión de que está relacionado con ciencia médica. El entendimiento, o la descripción, de la palabra "enfermedad" es crucial para poder continuar entendiendo éste "laberinto psicológico".
      La pregunta es ¿puede el proceso mental de una persona, es decir, su manera de pensar y de comportarse, estar físicamente o orgánicamente enfermo? Nuestros sesos, que son físicos, pueden estar enfermos o no funcionando de la manera apropiada, pero nuestras mentes, que no son físicas ¡no pueden estar enfermas! O sea que el término "enfermedad mental" no es apropiado, es un mito.  Además, con algunas excepciones en el área de psiquiatría, los psicoterapistas no se refieren a los problemas orgánicos ni físicos de sus pacientes o clientes.
      O sea que ¿qué hacen los psicoterapistas? Bueno, la mayoría de ellos hablan y escuchan. El investigador psiquiatra Dr. Thomas Szasz trata de explicárnoslos en una manera simple; "En un lenguaje simple, ¿qué realmente hace el paciente y el psicoterapista? Ellos se hablan y se escuchan el uno al otro. ¿De qué hablan? Tratando de simplificar se puede decir que el paciente habla acerca de sí mismo y el terapista habla acerca del paciente... cada uno trata de dirigir a la otra persona para que vea o haga las cosas en una manera determinada".
      Uno puede deducir que muchos evangélicos, ya sea en el púlpito o en el asiento de la iglesia, puede ciertamente  ser eficiente en el campo de consejería, ¡lo cual es simplemente hablar y escuchar! Pero muy pocos de nosotros somos profesionales entrenados en una universidad. No tenemos el diploma que nos certifica académicamente él poder hablar y escuchar, ni tampoco se habrá estudiado las teorías del comportamiento humano, que no son nada más que opiniones y especulaciones de hombres impíos.  Además existe más de 500 sistemas (algunos de estos se contradicen y otros son muy extraños) de terapia y miles de métodos y técnicas.
      Así que no siendo profesionales no estamos al tanto de tal supuesto conocimiento. Pero aún así, ¿no son los profesionales más eficientes que los que no son profesionales en lo que se refiere a la ayuda de gente con sus problemas?  La respuesta es negativa.  
      Después de haber examinado los resultados de consejeros psicólogos profesionales entrenados en instituciones de alto conocimiento y aprendizaje y aquellos consejeros psicólogos que no fueron entrenados por esas instituciones, los investigadores Truax y Mitchell publicaron un reporte en que nos dicen: "No encontramos, o no hay tal evidencia que el programa tradicional de entrenamiento les dé más capacitación a los terapistas profesionales que a los que no son profesionales y que no han sido entrenados con este programa".
      Consideremos la conclusión de una extensa investigación conducida por el Dr. Joseph Durlak: "En conclusión, resultados en estudios comparativos han favorecido a los que no son profesionales en el campo de consejería. No hubo diferencias significativas entre ambos grupos en 28 investigaciones, pero los que no eran profesionales fueron significantemente más eficientes que los profesionales en 12 estudios".
      Esta provocativa conclusión de estas investigaciones comparativas nos demuestra que los llamados profesionales no poseen una capacidad terapéutica  superior comparado con los que no son profesionales.  Además, la educación profesional en lo que respecta a la salud mental no es un requisito necesario para la eficacia de una persona que quiera dar consejería.
      El autor y psicólogo Dr. Bernie Zibergeld, escribe en su libro titulado "El Retroceso de América: Los Mitos de Cambios Psicológicos" ". La mayoría de problemas que las personas encaran en su vida diaria podrían ser resueltos de una mejor manera si éstas personas hablaran con sus amigos, cónyuges, parientes o cualquier otra persona que estuviera teniendo éxito en el área de la vida en la que uno realmente no está progresando. Si yo tuviera un problema con mi esposa y no pudiera resolver tal problema, no iría a ver a un psiquiatra sino buscaría a un matrimonio que tuviera una relación que yo realmente admirara e iría a pedirles consejo. Yo buscaría ayuda a la persona que por la manera de vivir me pueda demostrar a mí que realmente él tiene resuelto tal problema"
      Eso es realmente sentido común de parte de una persona que entiende el campo de la psicoterapia. Pero estamos viendo que en nuestro tiempo actual, en éstos "tiempos peligrosos" muchos en nuestras iglesias han abandonado no solamente el "sentido común" sino peor aún, han desechado los mandatos bíblicos, como es ministrar el uno al otro a través de la Palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo. Han sido intimidados por mitos y se han alejado de la verdad.
      Finalmente, la Psicología Cristiana no puede reconciliarse con fe y con ciencia. ¿Por qué no?  Porque la psicología no es una ciencia, y tampoco puede ser cristianizada o integrada con el cristianismo. Por supuesto hay cristianos que son psicoterapistas profesionales licenciados, pero no existe una rama, una extensión de la psicología identificada como cristiana.
      Consideren éste párrafo que expresa el punto de vista de la Asociación Cristiana de Estudios Psicológicos:

"Muy a menudo la gente nos pregunta si somos "psicólogos cristianos"... Nosotros somos cristianos que al mismo tiempo somos sicólogos pero en el tiempo presente no existe una aceptable psicología cristiana que sea notablemente diferente de la psicología que no es cristiana o secular.  Es difícil insinuar que nosotros trabajamos o ejercemos nuestra profesión en una manera que es fundamentalmente distinta de nuestros colegas seculares... y aún así no hay una teoría aceptable, o tratamiento, o método que sea distintivamente cristiano".

     ¿Cómo entonces los licenciados psicoterapistas que son cristianos ejercen su profesión? Ellos selectivamente escogen de entre los conceptos que aprendieron durante su educación secular y entrenamiento y tratan de integrar éstos conceptos en su sistema de creencia cristiana. Pero muchos o todos éstos conceptos no son éticos y están en contra de los principios bíblicos que se aplican cuando uno ministra a un creyente en lo que respecta a sus problemas relacionados con el pecado y el vivir una vida que es fructífera, productiva y agradable al Señor.
     Uno realmente tiene que reflexionar y analizar la razón por la que un cristiano quiera considerar y aceptar una manera de pensar, una "sabiduría" que fue concebida por individuos que obviamente no eran cristianos y en realidad eran enemigos del cristianismo. Freud consideró la religión como si fuera una ilusión y era conocido por tener un odio hacia el cristianismo, porque él creía que el cristianismo estaba lleno de enseñanzas anti-semitas. Otros como Abraham Maslow y Carl Rogers, fueron descaradamente partidarios de la Nueva Era y eran Ocultistas.  Y aún así consideren esta cita de un famoso psicólogo cristiano:  "Bajo la influencia de los psicólogos humanistas como Carl Rogers y Abraham Maslow, muchos de nosotros que somos cristianos hemos empezado a ver nuestra necesidad por amor propio y aprecio a uno mismo.  Esto es un enfoque bueno y necesario". ¡No de acuerdo a la Escrituras!  
      El libro de Nehemías nos da una demostración de lo que está ocurriendo en la iglesia. Nehemías (cuyo nombre significa ‘El Señor es nuestro confortador') es un tipo de Espíritu Santo.  Dios lo manda a reconstruir Jerusalén pero bajo la apariencia de ayudar a Nehemías, los enemigos de Israel tratan de subvertir la restauración.  Increíblemente el sacerdote Eliasib le dio a Tobías (que era un adversario) una cámara en los atrios de la casa de Dios, dándole acceso al cuarto donde se guardaban las ofrendas... el diezmo del grano... y la ofrenda de los sacerdotes.  Tobías, el enemigo, fue dado un cuarto dentro del Templo del Señor (Nehemías 13:4-7).  Así también es con lo llamado psicología cristiana de hoy en día.
      ¿Qué tan seria es la corrupción de la iglesia por esta psicología? Aunque ahora es realmente devastadora, las Escrituras nos advierten que va a ser peor y va a exceder lo que nosotros nos podemos imaginar. El apóstol Pablo fue enfático en su advertencia en 2 Timoteo 3:1-5 cuando dijo que en "los últimos días" la condición del hombre será "peligrosa". Esa advertencia empieza con una característica que es la piedra angular de la psicología humanista y que Pablo nos indica (versículos 2-5) que es la raíz de todo lo maligno: el amor propio. En la próxima carta consideraremos los aspectos proféticos de la psicología y la llamada "psicología cristiana" y en la manera que contribuyen a la formación de la iglesia apóstata y a la religión del Anticristo. 

Título en inglés: "Psychology and the Evangelical Church"

LA PSICOLOGÍA Y LA IGLESIA EVANGÉLICA (I)

por T. A. McMahon, The Berean Call

      Nada en la historia de la iglesia moderna ha persuadido a creyentes a abandonar su fe en la suficiencia de la Palabra de Dios como la seudo-ciencia llamada Consejería Psicológica. Consideren lo siguiente: la iglesia evangélica se ha convertido en un servicio de referencia para consejeros psicólogos y psiquiatras. Muchas iglesias grandes tienen licenciados psicoterapistas en su personal.  Agencias de misiones requieren que sus candidatos sean evaluados y aprobados por licenciados psicólogos profesionales antes de ser considerados para servicio misionero.  Los psicólogos y consejeros cristianos son más conocidos y más respetados por evangélicos que predicadores y maestros. ¿Quién no ha escuchado del psicólogo Dr. James Dobson?
      La mayoría de evangélicos están convencidos que la psicoterapia es científica y que es necesaria para suplir lo que falta o carece en la Biblia en lo que respecta a la condición mental, emocional y el comportamiento general del individuo. Cuando usamos el término "psicoterapia" nos referimos a la consejería psicológica, psicología clínica y psiquiatría (que no es biológica)  También podemos usar el término "psicología" en general.  Reconocemos que existen áreas de psicología que son claramente distintas de la psicoterapia y puede tener valor y mérito científico, como por ejemplo el campo que estudia la percepción, el punto de contacto entre el hombre y la máquina, ergonómica, alguna educación psicóloga, etc. Existe, sin embargo, un porcentaje mínimo en toda la industria de psicología que atestigua tener perspicacia científica de la mente del hombre.
      ¿Entonces cuál es el problema con psicoterapia? De acuerdo con numerosos estudios científicos, muy raramente da resultado ( y si lo hace es solo de manera superficial) y se sabe que es dañino y perjudicial al individuo.  Desde el punto de vista bíblico, es una religión falsificada y está en contra de los principios bíblicos. Estas conclusiones se verán que son aparentes a medida que continuemos con este estudio de la psicoterapia. Dada la significante influencia que ha tenido en la iglesia, la psicoterapia comparada con los principios bíblicos y su aplicación en nuestras vidas, debería ser un asunto crucial y de importancia crítica para todos aquellos que creen que la Palabra de Dios es su autoridad máxima y que es totalmente suficiente ya "que nos ha dado todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda" ( Pedro 1:3). ¿Cómo se puede comparar éstas dos formas, maneras y su aplicación a la vida del creyente?
      Para empezar, existe una gran diferencia entre ambas. Las teorías básicas de la consejería psicoterapia contradicen lo que la Biblia enseña acerca de la naturaleza del hombre y la solución de parte de Dios en lo que concierne a sus problemas mentales, emocionales y comportamiento en general. Los conceptos de la psicoterapia consideran la naturaleza de la humanidad como básicamente buena. La Biblia, por el contrario, dice que aparte de Jesucristo, el hombre no es bueno ya que nació con una naturaleza pecaminosa "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23)
      La consejería psicológica promueve la creencia que los problemas que afectan adversamente al estado mental y emocional de la persona es determinada por circunstancias externas a la persona, como el abuso de parte de los padres o el ambiente en el cual la persona ha crecido. La Biblia nos dice que el corazón maligno del hombre y sus decisiones pecaminosas causan sus problemas emocionales, mentales y de su comportamiento en general. "Por que de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona" (Marcos 7:21-23).
      La psicoterapia trata de mejorar al ser humano, a la persona, a través de conceptos como el amor propio, el aprecio hacia uno mismo, el valor personal, las apariencias personales, etc. La Biblia enseña que la persona en sí, el hombre en sí, es el problema principal de la humanidad y obviamente el hombre no es la solución a los problemas que afligen y atormentan a la humanidad. La Biblia también ha identificado proféticamente la solución principal de la consejería psicológica, que es el amor propio, como el vehículo a una vida depravada. "También debes saber esto; que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos..." (2 Timoteo 3:1).
      La Biblia enseña que la reconciliación con Dios a través de Jesucristo es el único camino para que el hombre realmente pueda remediar sus problemas pecaminosos ya sea mental, emocional o forma de conducta. "En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus males acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos.  Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de Él (Jesucristo), los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante Su muerte" (Colosenses 1:21,22).
La psicoterapia ha destruido la fe de muchos creyentes en lo que concierne a la suficiencia de la Biblia. Los psicólogos afirman tener conocimiento interno de la mente del hombre y la naturaleza de él, y también afirman poseer métodos para producir cambios en la naturaleza y mente del hombre que no se encuentran en la Biblia, consecuentemente pueden decir que la Biblia no puede ser suficiente para aconsejar o resolver los problemas de los creyentes, ya sean mentales, emocionales o de comportamiento en general.
      La psicoterapia ha embaucado a la iglesia con la mentira que la psicología puede ser integrada con la Biblia.  La idea en sí debería ser un escándalo para cualquier creyente bíblico. Desde el momento que la psicología y la Biblia son fundamentalmente opuestas la una con la otra, debería ser obvio que no puede haber una integración realista de ambas enseñanzas. Además, si la Biblia, el manual del Creador, no es suficiente para solucionar todas las cosas que conciernen a la vida y la bondad, entonces Sus seres creados tienen que buscar otras fuentes de información para poder encontrar soluciones para sus problemas mentales, emocionales y comportamiento en general. Y si ellos van a otras fuentes, entonces la afirmación de que la Biblia es autoritativa, inerrante y suficiente es también falsa.
continuará

PSICOHEREJÍA, JUNG Y LA IGLESIA


Martin y Deidre Bobgan

PSICOHEREJÍA

El legado de C. G. Jung a la Iglesia

Traducción del inglés:
Santiago Escuain

La abrumadora mayoría de cristianos probablemente nunca habrán oído hablar de C. G. Jung, pero su influencia en la iglesia es enorme y afecta a los sermones, libros y actividades, como en el prolífico empleo del Indicador de Tipo Myers-Briggs (MBTI) por parte de los seminarios y organizaciones misioneras. Un actual y popular ejemplo del legado de Jung se puede ver en el libro de Robert Hicks The Masculine Journey [El viaje masculino], que fue dado a cada uno de los 50.000 hombres asistentes a la conferencia de 1993 de los Promise Keepers. Los cristianos necesitan aprender lo suficiente acerca de Jung y sus enseñanzas para quedar advertidos y prevenidos.
El legado de Jung a la «psicología cristiana» es a la vez directo e indirecto. Algunos profesantes cristianos, influidos por las enseñanzas de Jung, integran aspectos de la teoría jungiana en su propia práctica de la psicoterapia. Puede que incorporen sus conceptos acerca de los tipos de personalidad, del inconsciente personal, del análisis de los sueños y de varios arquetipos en su propio intento de comprender y aconsejar a sus clientes. Otros cristianos han sido influidos más indirectamente al implicarse en sanidad interior, en el seguimiento de programas de doce pasos, o al haber asumido el Indicador de Tipo Myers-Briggs, que está basado en los tipos de personalidad de Jung y que incorpora sus teorías de introversión y extroversión.

Jung y Freud
El legado de Jung no ha sido positivo para el cristianismo. Desde su principio, la psicoterapia ha minado las doctrinas del cristianismo. Las actitudes de Sigmund Freud hacia el cristianismo eran evidentemente hostiles, porque creía que las doctrinas religiosas son todas ilusorias, y designó a toda religión como «la neurosis obsesiva universal de la humanidad».1 Su seguidor durante un tiempo y colega Carl Jung, por otra parte, puede no ser tan evidente en su desdén del cristianismo. Sin embargo, sus teorías han disminuido desdeñosamente las doctrinas cristianas al situarlas al mismo nivel que las de todas las religiones.
Aunque Jung no llamó a la religión una «neurosis obsesiva universal», sí que consideró a todas las religiones, incluyendo el cristianismo, mitologías colectivas no reales en esencia, pero ejerciendo un efecto verdadero sobre la personalidad humana. El doctor Szasz describe la diferencia entre las teorías psicoanalíticas de los dos hombres de esta manera: «Así, en opinión de Jung las religiones son apoyos espirituales indispensables, mientras que en la de Freud son muletas ilusorias.»2 En tanto que Freud argumentaba que las religiones son engañosas y por lo tanto malas, Jung mantenía que todas las religiones son cosa imaginaria pero buena. Ambas posturas son anticristianas: la una niega el cristianismo, y la otra lo mitologiza.
Tras haber leído La interpretación de los sueños de Freud, Jung contactó con Freud y se estableció una amistad de mutua admiración que persistió alrededor de ocho años. Aunque Jung sirvió durante cuatro años como primer presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional, la rotura entre Jung y Freud fue total. Jung divergía de Freud en varios puntos, en particular acerca de la teoría de Freud acerca del sexo. Además, Jung había ido desarrollando su propia teoría y metodología, conocida como psicología analítica.

El inconsciente colectivo
Jung enseñaba que la psique se compone de varios sistemas, incluyendo el inconsciente personal con sus complejos y un inconsciente colectivo con sus arquetipos. La teoría de Jung de un inconsciente personal es muy similar a la creación freudiana de una región que contiene las experiencias reprimidas, olvidadas o ignoradas. Sin embargo, Jung consideraba el inconsciente personal como un «una capa más o menos superficial del inconsciente.» Dentro del inconsciente personal se encuentran lo que él denominó «complejos con tonos de sentimientos». Dijo que «constituyen la faceta personal y privada de la vida psíquica».3 Se trata de los sentimientos y de las percepciones que se organizan alrededor de personas significativas o acontecimientos relevantes en la vida de la persona.
Jung creía que había una capa más profunda y más significativa del inconsciente, que él designó como el inconsciente colectivo, y que identificaba como arquetipos, que consideraba como innatos, inconscientes y generalmente universales. El inconsciente colectivo de Jung ha sido descrito como un «almacen de trazas de memorias latentes heredadas del pasado atávico del hombre, un pasado que incluye no sólo la historia racial del hombre como especie separada, sino también sus antepasados prehumanos o animales».4 Por tanto, la teoría de Jung incorpora la teoría de la evolución de Darwin así como la antigua mitología. Jung enseñó que este inconsciente colectivo es compartido por todas las personas, y que por tanto es universal. Sin embargo, por cuanto es inconsciente, no todas las personas son capaces de acceder al mismo. Jung contemplaba el inconsciente colectivo como la estructura fundamental de la personalidad, sobre las que se edifican el inconsciente personal y el ego. Debido a que creía que los fundamentos de la personalidad son ancestrales y universales, estudió las religiones, la mitología, los rituales, los símbolos, los sueños y las visiones. Dice él:
Todas las enseñanzas esotéricas tratan de aprehender los acontecimientos invisibles en la psique, y todas demandan una autoridad suprema para sí mismas. Lo que es cierto del folklore primitivo es cierto incluso en mayor grado de las religiones de influencia mundial. Contienen un conocimiento revelado que fue originalmente oculto, y exponen en gloriosas imágenes los secretos del alma.5

El concepto que tenía Jung del cristianismo
Sin embargo, debido a que Jung dejó lugar para la religión, muchos cristianos se sintieron más cómodos con sus ideas. Por esto es importante considerar las actitudes de Jung hacia el cristianismo. El padre de Carl Jung fue un ministro protestante, y Jung experimentó aspectos de la fe cristiana mientras fue creciendo. Escribió lo siguiente acerca de su temprana experiencia con la Santa Comunión, que parece estar relacionada con sus ideas posteriores acerca de que las religiones son sólo mitos:
Lentamente llegué a comprender que esta comunión había sido una experiencia fatal para mí. Había resultado hueca; más aún, resultó ser una pérdida total. Sabía que nunca podría volver a participar en esta ceremonia. «Bueno, esto no es religión en absoluto», pensé: «Es la ausencia de Dios; la iglesia es un lugar al que no debería ir. Ahí no hay vida, sino muerte.»6
En base de aquel significativo incidente, Jung pudo haber procedido a negar todas las religiones; pero no lo hizo. En lugar de ello, vio evidentemente que la religión era algo muy significativo para muchas personas y que las religiones podían ser útiles como mitos. Su decisión de considerar todas las religiones como mitos fue posteriormente influída por su perspectiva del psicoanálisis. Según Viktor von Weizsaecker, «C. G. Jung fue el primero en comprender que el psicoanálisis pertenecía a la esfera de la religión».7 Que las teorías de Jung constituyen una religión se puede ver en su consideración de Dios como el inconsciente colectivo, y por ello presente en el inconsciente de cada persona. Para él, las religiones revelaban aspectos del inconsciente y podían así acceder a la psique de la persona. También empleó los sueños como vías de entrada a la psique para la propia comprensión y autoexploración. La religión era sólo un instrumento para acceder al yo y si una persona quería emplear para ello símbolos cristianos, pues ya le estaba bien.

El espíritu guía de Jung
Debido a que Jung transformó el psicoanálisis en un tipo de religión, es también considerado como psicólogo transpersonal así como teórico del psicoanálisis. Se implicó profundamente en ocultismo, practicó la necromancia y tuvo contacto diario con espíritus descarnados, a los que designó como arquetipos. Mucho de lo que escribió fue inspirado por estas entidades. Jung tenía su propio espíritu familiar al que llamaba Filemón. Al principio pensaba que Filemón era parte de su propia psique, pero más adelante descubrió que Filemón era más que una expresión de su propio ser interior. Jung dice:
Filemón y otras figuras de mis fantasías me dieron a saber el conocimiento crucial de que hay cosas en la psique que yo no produzco, sino que se producen a sí mismas y tienen su propia vida. Filemón representaba una fuerza que no era yo mismo. En mis fantasías tuve conversaciones con él, y él dijo cosas que yo no había pensado de manera consciente. Porque observé con claridad que era él quien hablaba, y no yo. ... Psicológicamente, Filemón representaba un conocimiento superior. Para mí era una figura misteriosa. En ocasiones me parecía muy real, como si fuera una personalidad viviente. Paseaba con él jardín arriba y abajo, y fue para mí lo que los indios llaman un guru.8
Se puede comprender por qué Jung es tan popular entre los seguidores de la Nueva Era.


La meta de Jung para el psicoanálisis era que llegase a ser una religión integral.


La influencia de Jung sobre AA
Jung también abrió el camino para el desarrollo de Alcohólicos Anónimos. El cofundador Bill Wilson escribió lo siguiente en una carta a Jung en 1961:
Esta carta de inmenso agradecimiento ha estado pendiente durante mucho tiempo. ... Aunque seguramente habrá oído acerca de nosotros [AA], dudo que usted sea consciente de que una cierta conversación que tuvo una vez con uno de sus pacientes, un tal señor Roland H., en la década de los treinta, tuvo un papel crucial en la constitución de nuestra agrupación.9
Wilson prosiguió la carta recordando a Jung de lo que le había «contado abiertamente [a Roland H.] de su situación desesperada», que estaba más allá de la ayuda que le pudiera ofrecer la medicina o la psiquiatría. Wilson escribió: «Esta declaración sincera y humilde de su parte fue indudablemente la primera piedra fundamental sobre la que nuestra agrupación ha sido entonces edificada.» Cuando Roland H. preguntó a Jung si había alguna esperanza para él, Jung «le dijo que podría haberla, siempre que pudiera pasar por una experiencia espiritual o religiosa: en resumen, una conversión genuina.» Wilson proseguía en su carta: «Usted le recomendó que se situase en una atmósfera religiosa y que tuviera esperanza.»10 Por lo que respecta a Jung, no había necesidad de doctrina ni contenido de fe, sino sólo una experiencia.


Los cristianos se implican en la religión de Jung cuando integran sus conceptos acerca del hombre y de la deidad al asimilar sus teorías, terapias y conceptos.


Es importante observar que Jung no podía referirse a la conversión al cristianismo, porque por lo que respecta a Jung toda religión es simplemente mito una manera simbólica de interpretar la vida de la psique. Para Jung, la conversión significaba sencillamente una dramática experiencia total que alteraría profundamente la perspectiva de la persona acerca de la vida. Jung mismo había rechazado abiertamente el cristianismo y se había lanzado a la idolatría. Reemplazó a Dios por una miríada de arquetipos mitológicos.
La respuesta de Jung a la carta de Wilson incluía la siguiente afirmación acerca de Roland H.:
Su deseo por el alcohol era el equivalente, a un nivel bajo, de la sed espiritual de nuestro ser por la plenitud; expresándolo en lenguaje medieval: la unión con Dios.11
En su carta Jung menciona que en latín se emplea la misma palabra para alcohol que para «la más elevada experiencia religiosa». También en inglés, lo mismo que en castellano, se hace referencia al alcohol como espíritu. Pero conocimiento la teología de Jung y sus intimidades con un espíritu familiar, se debe llegar a la conclusión de que el espíritu al que se refiere él no es el Espíritu Santo, y que el dios al que se refiere no es el Dios de la Biblia, sino un espíritu fraudulento que se presenta como ángel de luz y que lleva a muchos a destrucción.

La blasfemia de Jung
El neopaganismo de Jung y su deseo de reemplazar el cristianismo con su propio concepto de psicoanálisis se puede ver en una carta que escribió a Freud:
Me imagino una tarea mucho más delicada y integradora para [el psicoanálisis] que la alianza con una fraternidad ética. Creo que debemos darle tiempo para que se infiltre en personas de muchas procedencias, que avive entre los intelectuales un sentimiento hacia los símbolos y los mitos, para que muy gentilmente transforme a Cristo de vuelta al hechicero dios del vino, que era, y de esta manera absorber aquellas fuerzas extáticas instintivas en el cristianismo para el propósito único de hacer del culto y del mito sagrado lo que habían sido antes: una fiesta borracha de gozo donde el hombre recuperaba el carácter y la santidad de un animal.12
De esta manera, la meta de Jung para el psicoanálisis debía ser una religión global superior al cristianismo, reduciendo la verdad del cristianismo a mito y transformando a Cristo en un «hechicero dios del vino.» La respuesta de Dios a tal blafemia se puede ver en el Salmo 2:
¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
Se levantarán los reyes de la tierra,
Y los príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido,
diciendo:
Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.
El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.
Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.
Los cristianos se implican en la religión de Jung cuando integran sus conceptos acerca del hombre y de la deidad al asimilar sus teorías, terapias y conceptos que se han filtrado a través de otras psicoterapias, a través de programas de doce pasos, a través de la curación interior, a través del análisis de los sueños, y a través de los tipos y pruebas de personalidad.

Fuente: Pyschoheresy Awareness Newsletter, Volumen 4, número 4, Julio/Agosto 1996 - Con permiso de PsychoHeresy Awareness Ministries - 4137 Primavera Road - Santa Barbara, CA 93110

Puede consultar el artículo original en: http://www.pamweb.org/jungleg.html
O visite la página web de PsychoHeresy Awareness Ministries para consultar toda su documentación en inglés:


NOTAS

1. Sigmund Freud. The Future of an Illusion [El futuro de una ilusión], trad. al inglés y editado por James Strachey. New York: W. W. Norton and Company, Inc., 1961, p. 43. Vuelve al texto
2. Thomas Szasz. The Myth of Psychotherapy, Garden City: Doubleday/Anchor Press, 1978, p. 173. Vuelve al texto
3. C. G. Jung. The Archetypes and the Collective Unconscious, 2(a) Ed., trad. al inglés por R. F. C. Hull. Princeton: Princeton University Press, 1969, p. 4. Vuelve al texto
4. Calvin S. Hall y Gardner Lindzey. Theories of Personality. New York: John Wiley & Sons, Inc., 1957, p. 80. Vuelve al texto
5. Jung, The Archetypes and the Collective Unconscious, op. cit., p. 7. Vuelve al texto
6. C. G. Jung. Memories, Dreams, Reflections, ed. por Aniela Jaffe, tradu. por Richard y Clara Winston. New York: Pantheon, 1963, p. 55. Vuelve al texto
7. Viktor von Weizsaecker, «Reminiscences of Freud and Jung.» Freud and the Twentieth Century, B. Nelson, ed. New York: Meridian, 1957, p. 72. Vuelve al texto
8. Jung, Memories, Dreams, Reflections, op. cit., p. 183. Vuelve al texto
9. «Spiritus contra Spiritum: The Bill Wilson/C. G. Jung Letters: The Roots of the Society of Alcoholic Anonymous.» Parabola, Vol. XII, N(o) 2, mayo 1987, pág. 68. Vuelve al texto
10. Ibid., p. 69. Vuelve al texto
11. Ibid., p. 71. Vuelve al texto
12. C. G. Jung citado por Richard Noll. The Jung Cult. Princeton University Press, 1994, p. 188. Vuelve al texto
 
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