sábado, 23 de diciembre de 2017

Las Armas De Nuestra Milicia



2 Corintios 10:3-4  "Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas"

Sólo con este texto se puede ver claramente que el creyente no tiene por qué involucrarse en cosas como las obras sociales, la psicología o la política. Son armas carnales con las que los del mundo intentan hacer bien y reparar o mejorar al mundo.

William MacDonald comenta:
"Aquí, el pensamiento es que aunque los apóstoles vivían en cuerpos de carne, no batallaban la guerra cristiana según métodos o motivos carnales. Las armas de la milicia cristiana no son carnales. El cristiano, por ejemplo, no emplea espadas, cañones ni la estrategia de la guerra moderna para extender el evangelio cristiano de un cabo a otro de la tierra. Pero ésas no son las únicas armas carnales a las que se refiere el apóstol. El cristiano no hace uso de la riqueza, de la gloria, del poder, de la elocuencia ni de la astucia para conseguir sus propósitos".
"Más bien, utiliza maneras de actuar poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. La fe en el Dios viviente, la oración y la obediencia a la Palabra de Dios son las más eficaces armas de todo verdadero soldado de Jesucristo. Es por ellas que se asaltan las fortalezas".

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