viernes, 18 de noviembre de 2016

¿Dónde está tu corazón?

Texto: Mateo 6:19-23

    Cristo advierte contra el hacer tesoros en la tierra. Es cuestión de si viven para esta vida o para el reino venidero. El Señor señala primero las ventajas de la inversión de transferir nuestros tesoros al cielo, donde no estorban ladrones, orín ni polilla. Entonces, llega al corazón del asunto, que es, el corazón humano. Declara: “donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón” (6:21). El Señor quiere nuestro corazón. 
     No quiere que tengamos doble visión, con los ojos puestos en los tesoros celestiales y también en los terrenales (6:22-23). Esto resultaría en no ver nada claro. No quiere que intentemos trabajar para dos amos. Esto resultaría en mal trabajo para ambos. No podemos vivir para el mundo y para el cielo. No podemos servir a Dios y al dinero.
    Observa que el tema de la vista es común en las dos primeras prohibiciones. Podemos hacer justicia para ser vistos por los hombres, para ganar alabanza o gloria de ellos, o podemos hacer nuestras justicias secretamente, confiando en nuestro Padre que ve en secreto, para que luego Él nos recompense abiertamente. Entonces, debemos preguntar dónde están puestos nuestros ojos – en los tesoros terrenales o los celestiales. ¿Hemos intentado enfocarnos sobre los dos con el resultado de que ahora tenemos doble visión? Nuestros ojos simbolizan nuestras ambiciones y motivos – donde ponemos la mira. El verdadero seguidor, dice Cristo, tiene sus ojos puestos en la recompensa celestial. El hombre con visión doble tiene tinieblas (6:23). El tal es un discípulo falso.

A. W. Wilson, de su libro Matthew’s Messiah (“El Mesías según Mateo”), pág. 92

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