sábado, 22 de julio de 2017

La Fragmentación de la Iglesia Local



escribe W. H. Burnett

El Problema Presentado
    Uno de los problemas corrientes que afecta la vida de la iglesia local es la “fragmentación”. Nos referimos a lo que pasa cuando, por una variedad de razones, una asamblea se divide en pequeños grupos según sexo [reuniones de mujeres], edad [jóvenes] o localidad (barrio) para practicar las actividades de la iglesia local. Esta moda es un peligro para la iglesia, y una negación de la unidad del Cuerpo de Cristo como el Nuevo Testamento enseña. Además, en algunos casos, es un intento de circunnavegar o suprimir la enseñanza del Nuevo Testamento respecto a la conducta de hombres y mujeres en la Iglesia, ya que estos grupos no son considerados una “reunión de la iglesia”.

La Enseñanza Del Nuevo Testamento Respecto A La Unidad En La Iglesia Local

    El Nuevo Testamento enseña claramente que cada iglesia local debe ser una representación en miniatura del Cuerpo de Cristo en toda su unidad y diversidad (1 Co. 12). Como en el cuerpo humano, cada miembro tiene una función particular, pero su utilidad sólo se realiza en conjunto con los demás, y funciona en unidad para el bien estar del cuerpo. El apóstol Pablo escribió: “de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Ef. 4:16). Es una extensión lógica de lo que el apóstol había enseñado antes en el capítulo, cuando escribió: “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;  un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;  un Señor, una fe, un bautismo,  un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos” (Ef. 4:3-6).  La fragmentación en la iglesia, cualquiera que sea su forma, es una negación de la verdad presentada en estos versículos donde el apóstol trabaja para enseñar la “unidad” de todas las cosas conectadas con la Iglesia. De la misma manera, en Juan 17 el Señor Jesús constantemente enfatizaba la unidad de los creyentes: “...para que sean uno, así como nosotros somos uno” (Jn. 17:22).  Disecar y desmembrar el Cuerpo es, bíblicamente hablando, un enigma. Fragmentar las reuniones de los santos tiene el efecto de desmembrar el Cuerpo de Cristo, y es salirse del ejemplo puesto por la Divinidad. Sólo puede conducir a un desastre.

La Protección Que Ofrece El Estar Juntos
 
    1 Corintios 14 nos presenta una vista de la operación de la iglesia primitiva local. Uno de los asuntos que le preocupaba era la integridad del ministerio de enseñanza, la importancia de tener a personas espiritualmente calificadas para dar la enseñanza y  juzgar la integridad de ella. En 1 Corintios 14:29 leemos: “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen”. Aquí tenemos el secreto para prevenir la introducción de error en la iglesia. Cuando los profetas hablan, "los demás", esto es, “los otros” deben juzgar. Hay dos palabras para “otros” en el texto original; una significa “otros del mismo tipo”, y la otra significa “otros que son distintos”. La palabra empleada en el texto es la primera, y su significado es que cuando los profetas hablan, otros profetas [son varones] deben juzgar. Esto no puede tomar lugar en un grupo donde no hay está toda la iglesia ni hay control de la enseñanza. El escritor conoce a una asamblea que durante un tiempo experimentaba con pequeñas reuniones en casas [nota del traductor: repartidos los de la iglesia en varios grupos pequeños, a veces llamados "células"]. Un hermano que asistía a estas reuniones se le acercó y manifestó su preocupación, porque en uno de estos estudios habían concluido que al Señor Jesucristo le tenía que ser posible pecar, porque si no, no sería auténticamente humano. Es un grave error doctrinal, pero no había nadie presente para corregirlo. “Los demás” profetas no estaban presentes en la reunión. También hay casos cuando la fragmentación aprobada por los ancianos se les escapó de las manos y fracturó a la iglesia entera. Esto nos debe servir de aviso de los peligros de la fragmentación, y de que debemos evitarla de todos modos.

La Unidad En La Iglesia Primitiva
 
    En Hechos expresiones como “unánimes” y sus equivalentes aparecen 10 veces. Es una sola palabra en el griego, derivada de dos palabras griegas. Una significa “ir deprisa” y la otra significa “juntos”. Los estudiosos sugieren que la palabra es una connotación musical, como en el caso de un orquesta que va deprisa pero todos los músicos juntos. Hay orden porque operan todos bajo el control del conductor. Así era en la iglesia primitiva. No había idea de separarse en grupos. Todos estaban “unánimes juntos” (Hch. 2:1). ¿Por qué quisiéramos cambiar esto?
    Finalmente, el Cuerpo de Cristo es uno, y debemos preservar esto, cueste lo que cueste. Nos acercamos a los peligros si nos apartamos del ejemplo de la iglesia primitiva que los apóstoles establecieron. Comprometámonos a estar “unánimes juntos” para los ejercicios de la iglesia local.
W. H. Burnett, de un viejo número de Milk & Honey ("Leche y Miel"), traducido y adaptado con permiso

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